BA 258 – Por qué el libre mercado y el estado interventor no van más.
Quisiera intentar dar una breve reflexión acerca de por qué considero que el libre mercado y el estado interventor parecieran no funcionar más. Siento que ya no aplican a nuestra realidad cotidiana; que quedaron de alguna manera obsoletos ante las problemáticas que atentan contra la vida en sociedad.
Nos invito a hacer esta reflexión, no desde una perspectiva de mera crítica, sino desde una visión amplia que nos permita concluir por qué no podemos seguir produciendo soluciones desde estas dos posibilidades: una economía absolutamente liberada, no al azar, sino “libre” para quienes pueden empezar a jugar el juego económico con alguna ventaja (como por ejemplo, no nacer por debajo de la línea de la indigencia y la pobreza); y un estado que interviene para redistribuir riqueza, pero que en la práctica y en la experiencia que nos da la historia no acontece así, por la naturaleza-corrupta inherente al arco político. Por supuesto, hay excepciones: políticos nobles y corporaciones de buena fe… pero no son los que gobiernan las decisiones de los gobiernos ni los que dictan los destinos económicos de las naciones.
Para hacer este análisis, voy a buscar simplificar muchos conceptos.
Traerlos al papel de una manera visual y sencilla.
Intentando no caer en ingenuas generalizaciones.
Hace poco más de doscientos años atrás -luego de unos cuantos años previos de piratería de ultramar a través del cual los imperios colonialistas se pudieron hacer colonialistas a costas de botines que les permitieron invertir en las máquinas que encabezaron la revolución industrial-, en los albores del capitalismo, podríamos llegar a la aseveración de que los gobiernos tenían más plata que las empresas que contenían. Dicho de otra manera, los montos que manejaban las arcas de los estados siempre eran mayores que los números manejados por las empresas de los países a los que pertenecían.
Pero hoy en día tenemos mega-corporaciones (no estoy hablando de las pequeñas y medianas empresas que sacan adelante a todas las comunidades a escala local y regional), mega grupos de accionistas y corredores de bolsa y multibillonarios filantropistas que tienen muchísimo más dinero que los países más pobres, y que ejercen un control directo por sobre las vidas de los demás. Todo tremendamente mucho más parecido a “Un Mundo Feliz” (de Aldous Huxley) y a “1984” (de George Orwell) de lo que parece… o, como siempre digo, a la película “Matrix”, solo que en vez de tener conectado un cable en la nuca hacia una realidad virtual, hacemos exactamente lo mismo con nuestro celular y su uso dopamínico planificado.
Se puede incluso ir identificando a actores sociales que no son verdaderamente “macanudos” ni buenos tipos, que no necesariamente son el pináculo de la pirámide monetaria, sino actores intermedios e imprescindibles a todo esto: los sicarios económicos, los políticos corruptos, los periodistas comprados, los directores de las grandes cadenas de noticias tradicionales, los dueños y/o accionistas de mega-empresas farmacéuticas, mineras, armamentísticas, de agroquímicos y organismos genéticamente modificados, organismos de investigación secreta de los estados, virólogos pagos, jueces sobornados, ingenieros cuadrados que firman cualquier cosa, profesores financiados por intereses extranjeros, agentes de la ley y el orden que abusan de su autoridad, en fin… todo un abanico de personas que distan mucho de pensar en el bien común y son absolutamente funcionales al sistema que los oprime.
Pero volviendo a los de más arriba: este conglomerado de bicharracos económicos termina ejerciendo presión sobre los estados-nación, haciendo que tanto la legislación como el aparato político queden a disposición o al servicio de los intereses ajenos, y no de los intereses de la gente.
A medida que pasa el tiempo, existe una menor redistribución de la riqueza, y una mayor concentración de la misma en menos personas. El resultado es que la economía sigue creyendo poder funcionar como si pudiese crecer de manera infinita creando bienes con obsolescencia programada y perpetrando el consumo hacia el aún-más-infinito, en un mundo finito. Y ni hablemos de los “pasivos ambientales”, que no son incluidos en los cálculos económicos, y que, si lo hiciesen, le lograría bajar un poco la caña a ese crecimiento económico ilimitado.
Un mundo “finito”, en su capacidad de mantenernos con vida encima de él. Esta capacidad, se llama “biocapacidad”, y es la superficie disponible que tenemos para vivir, utilizando sus recursos para ello. La “huella ecológica” es la superficie necesaria para vivir. En términos de hectáreas globales per cápita, luego de la década del 70, pasamos a necesitar más de lo disponible… Es decir, pasamos a consumir a una tasa mayor que la tasa de reposición de esos recursos naturales consumidos.
¡Y claro! Encima algunos humanos encontraron energía enterrada de hace bocha de años atrás y montaron un par de megacorporaciones e impusieron, coercitivamente, una economía dependiente de esa energía… y si vos a unas algas en un lago les das la suficiente cantidad de nutrientes y te terminan copando la parada, ¡mirá que los humanos no iban a explotar demográficamente teniendo tanta energía para procrear! Si nuestra población sigue creciendo y sigue consumiendo de la misma manera, la “biocapacidad” tenderá a seguir bajando, hasta el colapso total de nuestros ecosistemas, cuando no aguanten más tanta extracción sin reposición. Cosa que yo internamente siento que ya está pasando, pero es cosa mía.
(Y, por favor, aclaro: no estoy haciendo una crítica despectiva al carácter gregario-familiar-social que tenemos como especie, lo que sí quiero que aceptemos es que nuestra cultura de consumo nos fue impuesta por unos pocos y nunca fue siquiera cuestionada)
Resumiendo, existe una Crisis Ecológica-Medioambiental (detonada por más de un siglo de cultura de sobreconsumo y crecimiento económico extractivista ilimitado en un mundo finito) que trae aparejado una crisis energética y alimentaria, ergo, crisis económica y social (y en última instancia, crisis política). Este, es el único pensamiento lineal; pues para comprender las causas de los problemas que atraviesa nuestra especie, hay que tener una perspectiva holística y sistémica. Y ni el libre mercado ni el estado interventor se están haciendo cargo y haciendo algo al respecto de manera efectiva. Las consecuencias y evidencias de esta crisis ecológica-medioambiental están a la vista:
– Pérdida y Fragmentación de Hábitats;
– Desmonte, Deforestación & consecuencias hídricas;
– Pérdida de fertilidad de los suelos;
– Alimentos Bajos en Calidad Nutricional;
– Contaminación del Aire & del Agua;
– Pérdida de Servicios Ecosistémicos;
– Acumulación de Residuos.
– Y, en definitiva, una crisis de sentido del Ser Humano.
Lamentablemente, siento que no tenemos control alguno sobre la crisis mundial a gran escala, pero sí podemos influir, como individuos, de manera propositiva y contrarrestar estas consecuencias a escala local.
Ahora bien, ¿cuál es la solución a todo esto? Bueno, ¡vamos!, ¡obviamente yo no lo sé!, ni estoy capacitado para esbozar acá una sola solución salvadora a esta hecatombe humana mundial. Sí puedo asumir el compromiso de investigar ejemplos de soluciones locales alternativas, de intentar vivirlas de alguna manera, experimentar/ vivenciar, para luego redactar y contar. Pero después de más de diez años de escribir de determinada manera, quiero poder cambiar el enfoque a algo más trascendental: soluciones, y pasar un buen rato; ejemplos prácticos y poesía y ficción. De momento, solo puedo darme cuenta de que estas dos corrientes de pensamiento opuestas, supuestamente solucionadoras de nuestros problemas sociales -un estado presente y un mercado absolutamente libre-, no estarían funcionando para los objetivos para los que fueron concebidos hace decenas de años atrás.
Es decir, quizás antes sí aplicaban, cuando a los inicios del juego económico capitalista, y habiendo muchos menos humanos dando vueltas, una persona podía aspirar a explotar sus propias capacidades, crear algo nuevo y útil para la sociedad, y vivir de eso, abrirse al mercado, generar ganancias, expandirse, crecer, re-invertir, etc. Pero luego de doscientos años de permitir que las cosas se vayan sucediendo de esta manera, la lógica económica reinante hizo que los más grandes se fueran comiendo a los más chicos. Y cuando la gran mayoría de la población mundial está sumida en la pobreza, entonces ahí las reglas del juego no son tan iguales para todos, ya que todos no nacen con las mismas herencias o condiciones esenciales iniciales cubiertas.
Y tengo que repetir lo que dije al principio: siempre existen excepciones a la regla. Por todo el mundo debe haber ejemplos de personas que donaron o invirtieron sus herencias en proyectos que fomenten el sentimiento de Comunidad, y trataré de ir documentándolos cuando los encuentre.
Volviendo a las soluciones, y para cerrar: ¿cuáles serían los principios y valores rectores desde donde pudiesen surgir soluciones novedosas, alternativas y liberadoras para el ser humano? Yo me atrevo a tirar algunos sobre la mesa.
Empezando por la agroecología como movimiento, práctica y ciencia para la producción de alimentos sanos y locales; siguiendo por la autosuficiencia de los pueblos; luego la bioconstrucción como herramienta para brindar un hogar con diseño bioclimático; el respeto por los ciclos naturales y las tasas de renovación de los recursos naturales; la creación de suelo fértil; la desobediencia civil como recordatorio espiritual; la educación ambiental alternativa como vía comunicacional del cambio de paradigma; la eficiencia e independencia energética; la frugalidad como filosofía de vida; la funcionalidad como prioridad de diseño; la permacultura como cultura de permanencia; el sentimiento de pertenencia generado por lo propio; la relocalización de capitales como diversificador improbable de las actividades; la resiliencia como atributo clave en contexto de colapso sistémico; la recuperación de las sabidurías ancestrales; y, por último pero no menos importante, la tecnología apropiada a cada situación local.
Soluciones que vengan de esos principios y valores posiblemente logren un mejor impacto a largo plazo y duradero en la sociedad, basado en una mejor relación cooperativa o simbiótica con la naturaleza. Y creo estar seguro también (basándome en las conclusiones de mi tesis de grado) de que estas soluciones no vendrán “desde arriba”, sino “bien desde abajo”.
Yours truly, (de ustedes, verdaderamente)
Brian Longstaff Howard.
Fuentes disparadoras:
Ese artículo fue inspirado por algunos flancos:
Por un lado, por un debate político de más de 5 horas que se dio por fuera de los medios masivos de desinformación, donde dos actores sociales de corrientes totalmente opuestas, el economista Javier Milei y el abogado Juan Grabois, se sentaron a dialogar partiendo de un punto en común, y es que algo no anda bien en el funcionamiento de nuestro país. Hace mucho que no veía dos tipos tan diferentes poder conversar tanto tiempo sin hacer chicanas de ningún tipo. Mi opinión al respecto de ambos es reservada, si bien mis lectores de antaño pueden intuir mis preferencias. Les dejo a continuación los links al debate.
Milei vs. Grabois con Jorge Fontevecchia en “Periodismo Puro”:
Primera parte del Debate, 28/05/2022:
https://www.youtube.com/watch?v=CeTSfOcryD4&ab_channel=PeriodismoPuro
Segunda parte del Debate, 29/05/2022:
https://www.youtube.com/watch?v=FjEdHdQfl0E&ab_channel=Perfil
Por otro lado, a través de otros videos que arrojaron algo de luz acerca del “detrás del telón” de las cosas, que fueron producciones audiovisuales del canal de YouTube “Anonymous Official”. Lamentablemente está solo disponible en inglés (y he ahí mi motivación en traducir algunas cosas que paso en limpio de esos contenidos). En particular 3 videos recientes sobre:
– “Bread and Circuses” (sobre el término “pan y circo” y sus implicancias)
https://www.youtube.com/watch?v=-yZ16XLQ82U&ab_channel=AnonymousOfficial
– “Yahoo Finance” (herramienta online de yahoo finanzas)
https://www.youtube.com/watch?v=-pbJW026GEk&ab_channel=AnonymousOfficial
– “Repentant Journalist” (periodista arrepentido en cuanto al manejo mediático de las guerras y el manejo de la pandemia)
https://www.youtube.com/watch?v=XMH2EYa4O-8&ab_channel=AnonymousOfficial
Otras líneas que inspiraron la parte final de este artículo son las conclusiones que se encuentran en:
– “Educación Ambiental en Santa Rosa, La Pampa. Una perspectiva Agroecológica” (2020) Longstaff, Brian. Tesina presentada para obtener el grado académico de Ing. En Recursos naturales y Medio Ambiente (UNLPam). La Pampa, Argentina.
Link de descarga: https://ploff.net/wp-content/uploads/2020/07/LONGSTAFF-B.-TESIS.-IRNyMA.-2020.pdf
Agradecimientos:
Quisiera nunca dejar de agradecer a mis patrocinadores, que confían en mi trabajo y la generación de contenidos artístico-informativos que bajo al papel. Ellas y ellos permiten que parte de mi tiempo esté dedicado a escribir. A ustedes: Lucila Masera, María Carla Gallini, Leon Zaldivar Jarabo, Eduardo Wydler, Lihuel Peinetti, María Eugenia Varela, María José Howard, Agustín Estala, Alison Longstaff, Sabrina Tellini, Gustavo Nervegna, Laura Pagani, John Kleuser, Mariana Pagella, Carlos Ezequiel Benvenuto Manarin, Pilar Pagés, Santiago Eduardo Smith, Andrés Hillion & Alexander Longstaff, ¡Gracias!
También dar las gracias a ‘Bow & Tie Micro Roastery’ por su patrocinio.
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