Queridos lectores,

En el mundo ya comienzan a aparecer países que presentan soluciones sustentables.

En España, son pioneros en el uso de paneles solares. El 100% de suministro energético en Islandia está basado en energías renovables. Suecia importa basura de Noruega porque ya no le queda nada para reciclar. Y en Nueva Zelanda ya existe un río con personaría jurídica, es decir, con los mismos derechos que un ciudadano humano.

Sobre esta última noticia, una de nuestras lectoras, Zelmira Amelia Lugones, dijo: apoyo la idea y me gustaría implementarla en Argentina, ¿cómo hacerlo? Y me dejó sin palabras…

Ploff.net es un espacio para el debate, y el cómo hacerlo es la pregunta más difícil de contestar. Porque la respuesta la tenemos que configurar entre todos.

En lo personal, todavía no tengo una respuesta específica a cómo accionar –si bien prometo estar haciendo todo lo posible en materia académica como para poder dilucidarlo-, pero sí se hacia donde vamos (o hacia donde debemos ir), y la toma de mis decisiones giran en torno a ese objetivo.

Adaptando una frase de Gandhi, un profesor de la universidad, Guido Rovatti nos dijo: NO HAY CAMINO A LA SUSTENTABILIDAD. LA SUSTENTABILIDAD ES EL CAMINO.

Mis propuestas son sólo una semilla, ideas que germinan con nuestras buenas vibras y la búsqueda del bien común. Sin embargo, el CAMBIO no se generará por combustión instantánea, ni por buenas intenciones.

1) Tenemos que informarnos, estar al tanto de las problemáticas ambientales y visualizar que las consecuencias de tales problemas, exceden los límites a nivel país, sino que son problemas globales que nos competen a todos.

“La sabiduría, al igual que el aire, es vital para la vida. Al igual que el aire, no debería ser negada a nadie.” – Alan Moore, V de Venganza.

(¿Alguien sabía, por ejemplo, que la central de Fukushima sigue inestable, y que de no arreglarse el asunto podría dejar a una gran parte del mundo completamente inhabitable?)

2) Tenemos que hablar de estas cosas con amigos, familiares, traerlo a la sobremesa familiar. Que no sean sólo científicos y sociólogos los preocupados, sino todo padre y madre, todo estudiante, todo artista, TODOS.

3) Si tenemos amigos abogados, consultarles cómo se podrían articular las leyes argentinas a los cambios que necesitamos (tengo un amigo abogado, Fernando Capponi, que se juntó con otro amigo estudiante de ingeniería civil, Diego Garavaglia, para ver como darle un marco legal a la implementación de techos verdes en la ciudad de Buenos Aires)

4) Si tenemos amigos especializados en economía, proponerles que charlen con los abogados para cambiar el sistema de impuestos de nuestro país. Que se tasen los impuestos a las empresas según un certero estudio de impacto ambiental, y que inviertan un porcentaje de sus ganancias a recomponer el daño causado.

5) Si conocemos maestros y profesores, proponerles que incluyan temáticas ambientales a sus programas de estudio.

6) Si tenemos amigos psicólogos, antropólogos, sociólogos, preguntarles cuál es su opinión sobre los últimos 200 años de conciencia colectiva. Una amiga mía, psicóloga, Clara Dadourian, me recomendó este video hace poco sobre el poder de las decisiones.

7) Empezar a votar a los partidos políticos de corte ambiental, que suelen obtener la menor cantidad de votos, para que los otros vean que sí nos importa como legislamos y administramos nuestros recursos naturales y nuestro planeta entero. O cada vez que uno tenga la oportunidad de contactarse con una persona del mundo de la política, consultarle qué se está haciendo por el medio ambiente. NO qué van a hacer…  sino qué están haciendo AHORA. Forzarlos a reconocer sus errores.

“La personas no debieran tenerle miedo a sus gobiernos. Los gobiernos debieran tenerle miedo a su gente.” – Alan Moore. V de Venganza.

Por ahora, solo puedo proponer estas cosas, y sé que me quedo corto. Pero invito a todos a proponer más maneras de accionar…

Es cierto que todos los países mencionados al principio tienen el dineral necesario para llevar a cabo cambios grandes dentro de los distintos sistemas de producción.

También es cierto que las sociedades de estos países lograron disponer del bienestar material (energía, alimento, casa y educación) necesario para permitir que la mente de los ciudadanos pueda preocuparse por mejorar la existencia humana, o buscar nuevas formas de darle un marco legal a los cambios sustentables requeridos para nuestro futuro. Por ende, es entendible que las primeras soluciones tangibles y sustentables se den en países “desarrollados”.

En países “en vías de desarrollo” –siendo DESARROLLO el hecho de generar más plata, sin importar si esa ganancia es luego centralizada, o peor aún: sin importar a costas de quién se obtuvo esa ganancia… ¿a quién se le tuvo que hipotecar la felicidad? ¿Qué recurso natural fue estrangulado?– la situación es totalmente a la inversa.

Además de que el dinero que se necesita no está, aquellos ciudadanos que tienen la capacidad intelectual de buscar alternativas y cambiar las cosas no pueden hacerlo sin poner en riesgo su propia supervivencia dentro del sistema. Todavía hay que vender nuestra fuerza de trabajo obligatoriamente si queremos aspirar a cierta independencia ficticia dentro del sistema.

Sin embargo, no debemos rendirnos ante este panorama. Sigamos el transcurso de nuestra vida, pero SABIENDO que en algún momento nos tocará tomar alguna decisión, de cualquier tipo, y esa decisión, por más pequeña y superflua que sea, tenemos que tratar de dirigirla hacia la sustentabilidad.

¿Tiro el papel a la calle o me lo guardo en el bolsillo hasta llegar a casa? – ¿Saco el auto por un par de cuadras o voy caminando? – ¿Compro el papel de resma blanqueado o el que tiene el sello de reforestación sustentable? – ¿Tiro todo en una misma bolsa o separo mis residuos? – ¿Compro frutas y verduras locales y de estación? ¿O compro frutilla y palta todo el año? – ¿Estudio una carrera sencilla para tener el título rápido, o estudio una profesión más complicada, que me permita tener herramientas para desarticular el sistema?

Día a día. Decisiones.

Saludos,

Brian Longstaff.-

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