Intentando desglosar el dinero en un día de votaciones.
Secuencia de la semana:
Jueves: Un candidato político, mientras corre despreocupadamente por la calle, frena a pedir una pizza en mi laburo. Con mirada soberana, egocéntrica, me dice: “PIBE… ¿cuánto va el partido?” / “La verdad es que ni idea –me apuro en responderle-, con cómo están las cosas el fútbol es lo que menos me preocupa…”
Viernes: Clase de Economía de los Recursos Naturales una vez más: debate, dinero, angustia… ¿cuánta gente sabe de esto?
Me terminé yendo del aula y pedaleé mis 8 km. de desahogo hasta el trabajo.
Sábado: mastico, pienso, pedaleo, busco, encuentro. Las palabras de nuestro profesor Héctor Lorda me quedaron dando vueltas toda la noche: “Ningún economista puede prever lo que vos haces con tu plata”
Domingo: Día de votaciones en democracia y todos como locos. Se nos presentan unos pocos, los mismos de siempre, como opciones para que nosotros podamos votarlos. Ellos, invirtieron una gran cantidad de dinero para estar ahí, gracias a campañas políticas millonarias, que hacen que los veamos hasta en la sopa.
Pero, ¿por qué tanta manía por llegar al poder? ¿Son realmente patriotas buscando representarnos? ¿Alguno incluye la naturaleza como eje del existir humano? Una mirada simplista sobre el ciclo del dinero nos permite entender un poco más
El Estado tiene la responsabilidad de regular todo lo que se explica a continuación.
La gente trabaja, las empresas producen. La gente cobra, se les paga un ingreso, y las empresas nos venden sus productos, ergo, la gente sale a comprar.
Supongamos que el mercado produce 100 (olvidémonos por un momento de si son pesos o dólares, solo para simplificar el concepto). Tenemos 100 DE VALOR para nosotros (porque el VALOR de las cosas, siempre, se lo damos nosotros), en mercancías, en productos, en servicios, todo, por un valor de 100. Se imprimen billetes por 100, el Estado distribuye, las empresas pagan, se insertan 100 al sistema y se consume por 100. El ciclo se cierra.
Si se cree que la economía crecerá, aumentando la producción, el próximo año se producirá más que el anterior, por un valor total de, supongamos, 105. Entonces el Estado vuelve a regular, se imprimen más billetes para que haya 105 en circulación, y el mercado sigue contento.
Ahora bien, ¿qué pasa si, en vez de salir a consumir todo, la gente empieza a ahorrar la mitad de ese dinero?, guardándolo debajo del colchón; ahorrando dinero para algún proyecto, para educación, para invertir el dinero hacia un futuro mejor… Se alteraría todo el ciclo, por que habría 100 en valor disponible para comprar, pero solo 50 en circulación. Y eso al sistema no lo pone contento.
<< Ningún economista puede prever lo que vos haces con tu plata >>
Y empieza la chantada… Porque el sistema necesita que nosotros salgamos a comprar para poder seguir viviendo. Y para eso nos tiene que dar la sensación de que no nos conviene ahorrar dinero, sino gastarlo, porque en un futuro cercano, ese dinero que habíamos guardado, podría no valer lo mismo que antes… pero, ¿por qué el dinero que guardamos, con el paso del tiempo, podría valer menos que antes?
Es bastante sencillo: ¿qué pasa si se cree que la producción aumentará de 100 a 105, y alguien imprime billetes por 150, y los pone en circulación? El estado vuelve a distribuir, las empresas vuelven a pagar, y la gente saldría a comprar para poner esos 150 en circulación. ¡Pero iban a haber tan solo 105 para vender!
Matemáticamente, sucede que 105, dividido 150, da 0,70, es decir 70% en valor con respecto a lo que era antes, o un descenso del 30% del valor –EN DINERO- de las cosas que tenemos para vender. Entonces, los vendedores, los productores, los empresarios, buscarán ir AUMENTANDO EL PRECIO DE LO QUE PONEN A LA VENTA para que, en vez de vender por 105, vendan por 150. Y se produce la escalada frenética de la INFLACIÓN, que no es más que una ilusión cultural.
Entonces, el supuesto valor de las cosas va en aumento, y el supuesto valor del dinero va en descenso, y se genera un círculo vicioso donde la gente piensa que su dinero valdrá menos en el futuro, ergo, no lo ahorra, sino que sale a gastarlo. Luego, se vuelven a imprimir más y más billetes, la gente sale y sale a gastarlos porque lo precios siguen y siguen subiendo, y es toda una gran mentira sostenida por la confianza ciega que le tenemos al sistema político y económico que nos domina.
Y no nos olvidemos de un pequeñísimo detalle, pero fundamental, de todo esto. A medida que le agregamos valor a las cosas, y a medida que los precios de venta de las cosas suben, también aumenta proporcionalmente el I.V.A (Impuesto al Valor Agregado).
Este impuesto va directamente al Estado, quien, supuestamente lo utiliza para luego beneficiar a la sociedad. Pero en definitiva, el I.V.A. aumenta la cantidad de dinero de la que dispone un gobierno. Por lo que todo el aumento de las cosas, y la mayor circulación del dinero, sirve directamente para ir aumentando también la recaudación del Estado.
Y cabe preguntarse, bien desde el fondo de nuestro ser… ¿será que realmente el sistema vive a costa de nosotros, a costa de nuestro consumo, y a costa de nuestra creencia arraigada de que el dinero perderá su valor?
Se me llena la cabeza de preguntas: ¿Será realmente cierto que la carrera por el poder político sea solo una carrera para una mayor acumulación de dinero? ¿Será por eso que nuestros políticos invierten tanto dinero en campañas políticas? ¿¿¿Y quién, o quienes, tienen el poder de imprimir los billetes??? ¿Qué intereses defienden?
Y, por supuesto, el problema se ve acomplejado si agregamos al análisis la importación y exportación de productos, donde entran en juego los intereses económicos de empresas multinacionales, poniéndole más confusión y descaro al asunto.
Finalmente, un detalle más: en ningún lugar aparecen ponderados los servicios ambientales que nos da el medio ambiente, ni los daños irreparables que le hacemos a nuestra Madre Tierra. ¿Qué ocurriría si a toda esta maraña de mentiras le empezáramos a dar verdadero valor (desde la cultura, cambiando el consumo) a los recursos naturales y a los ecosistemas que los contienen?
Será hasta la próxima semana,
Brian Longstaff.-
Bibliografía
Este boletín fue pensado en base a la clase expuesta por el Profesor de Economía, Héctor Lorda, el día 25 de octubre del 2013, quien nos explicó apasionadamente cómo fluye el dinero.
Fotos extraídas de Google.
Marcos Edwards oct 27 , 2013 at 23:46 11Sun, 27 Oct 2013 23:46:58 +000058. /
me encanta y no paro de enroscarme en el tema
Sofia Antonena nov 10 , 2013 at 23:39 11Sun, 10 Nov 2013 23:39:56 +000056. /
no vas a decir después q no leo tus boletines mr longstaff, muy buena su explicacion sobre como nos cagan dia a dia