Somos, realmente, UNO.

El tiempo sigue pasando y seguimos confortablemente entumecidos[1]. ¿Es una elección propia? ¿Consciente? ¿O realmente no nos damos cuenta? Casi todo, o lo más importante, nos pasa de costado y no lo estamos viendo.

Fue una semana complicada para nuestro querido país, Argentina, teniendo 2 de sus ciudades más grandes, la capital y la ciudad de La Plata inundadas por unas fuertísimas lluvias. Lluvias extrañas en intensidad y cantidad. Una tormentola de aquellas…

El número de muertos es incierto, nuestros representantes nos dicen una cosa, nuestros medios de comunicación nos dicen otra y los vecinos comentan sobre unos cuantos más… Las fotos y videos que circulan por internet son desgarradores. La gente no esperó ayuda de nadie, ni información de nadie para empezar a actuar. Y eso fue y es emocionante.

El país se juntó como UNO y –con una ayudita de internet– la gente se pudo organizar localmente para recolectar donaciones, ropa, comida, inmuebles, juguetes, TODO, pum, te lo regalo, tomá…!

Colegios, ONG’s, Agrupaciones Estudiantiles, Vecinos, Comercios, por todos lados fueron apareciendo bolsas y bolsas con esperanzas para muchos. En este momento están viajando por todos lados, por todas las rutas, camiones con donaciones para los afectados. Y hablas con la gente y todos coincidimos, por fin, en algo… esto lo hizo la gente, por la gente y nada es más puro que eso.

Es muy positivo, creo yo, a la hora de rescatar lo humanitario, que la ayuda haya proliferado de toda la sociedad… por ser una problemática ambiental, si no se encara de forma integrada jamás se podría extender una mano de forma efectiva, palpable. Porque en verdad son solo lluvias extrañas para los que no se percataron todavía de que el clima está estresado y con ganas de jubilarse, y por ende se enoja más rápido, tiene menos paciencia, es bipolar.

La pésima planificación urbana de las grandes ciudades, ignorando la fisiología de la sociedad, a la cual se intenta encerrar en murallas de concreto, es una verdad innegable. Tapen un ecosistema con una alfombra de hormigón armado y pídanle que mantenga sus funciones ecosistémicas de la misma forma…

La culpa excede, trasciende, va más allá de cualquier gobierno de 4 años, que a su vez no ve la hora de terminar su mandato y que el problema sea de otro.

Casi todas las ciudades se alzaron por estar cerca de algún recurso explotable[2], o por estar en la mitad de una ruta de comercio… entonces, no importa cómo crece la ciudad, sino que crezca, y rápido, porque necesitamos gente que trabaje y gane lo justo y necesario como para tener plata para comprar algo de comer, y si queda un resto de dinero, comprar algún elemento de identificación con la cultura dominante para no quedarse afuera y que te tomen por freak. Hay que preservar el status ante todo, ¿no…?   ¿Alguien?       ¿…?

(…)

El cambio climático también es algo real; la explosión demográfica de nuestra especie tampoco es un concepto nuevo que entra en escena mágicamente estos días; nuestros sistemas productivos están alterando los ecosistemas y por ende los intercambios de energía entre ellos, los procesos climáticos, la erosión, todo, se da de forma más desordenada, violenta (¿irremediable? ¡Esperemos que no!). La población está desinformada sobre cómo SÍ puede ayudar a cambiar el sistema, esta entumecida porque no sabe las consecuencias de su estilo de vida, de su consumo. Esta confortablemente entumecida porque su ego está cómodo, disfrutando de los placeres de la competición de máscaras, la ley del más fuerte, el qué dirán… la población firmó sin aviso su contrato social y está metida en su rutina… y ya no puede salir.

El hecho de que seamos todos UNO, no es meramente un cliché. No es una frase más, sino algo que tenemos que recordar, y rápido.

Para esto, no hay que olvidarnos nunca de la biología; agradecer que heredamos una sabiduría abstracta. Tendríamos que agradecerla a cada célula de nuestro cuerpo por haber evolucionado de forma tal que se organizó en órganos, tejidos, estructuras, cables, y nos permitió inventar un celular o una computadora para estar conectados los unos a los otros… lo que tenemos que replantearnos es para qué tenemos ese PODER en nuestras manos. ¿Solo para trivializar nuestra realidad? ¿O para activar?

Nos pusimos a estudiar y analizar el mundo que nos rodea, el funcionamiento de todo en la Tierra. Clasificamos a los seres vivos, inventamos herramientas, aprendimos a estudiar la capacidad de carga de un ecosistema a fin de explotarlo al máximo, la ciencia y la tecnología plasmaron todos nuestros deseos e intrigas y, sin embargo, el sentido de la vida sigue siendo una pregunta retórica.

Cómo hacemos lo que hacemos y porqué…

El ser humano parece haber venido a interpretar la naturaleza. Pero él es naturaleza y, por simple lógica, somos pedazos de naturaleza tratando de entenderse a sí misma. Tal como concluyó Carl Sagan en su frase célebre: “El cosmos está dentro de nosotros. Estamos hechos de polvo estelar. Somos una forma que tiene el universo de conocerse a sí mismo.”

En definitiva, hay algo de espiritual en todo esto que creo que sí es importante destacar. Hay ALGO en nosotros, una “cosa grossor” que emana de nuestro cuerpo, una energía, un aura, una buena vibra, un positivismo, un optimismo, llámenlo como quieran, que nos caracteriza como seres humanos… y es nuestro potencial creativo… la cualidad innata que tenemos de pensar, crear y transformar nuestra realidad. Esa sola cualidad, me permite pensar que no todo está perdido, y que accionando entre todos, de alguna forma, vamos a lograr mejorar nuestra vida en la Tierra.

Ploff.net cumple 100 boletines conscientes. Lo cual me pone muy contento. En lo personal, agradecer el apoyo de los lectores y las lectoras, y principalmente a mi equipo de trabajo, que comparte una visión de cambio posible; Ploff.net no se trata de ambientalismo, sino de cambiar el mundo. Los valores núcleo son siempre los mismos: amor, paz, unidad y amistad. Valores que mi hermano siempre me inculcó a su manera abstracta de interpretar las experiencias de la vida, su simpleza.

Hasta la próxima semana!!!

Brian Longstaff.

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