Buena Semana!
Giuseppe Ingegnieri, más conocido como José Ingenieros (1877 – 1925), fue médico, psiquiatra, psicólogo, criminólogo, farmacéutico, escritor, docente, filósofo y sociólogo ítalo-argentino. En 1913 escribió un influyente libro llamado “El Hombre Mediocre”. La organización Wikipedia resume eficientemente los conceptos principales de este libro (el subrayado es mío):
El hombre mediocre es incapaz de usar su imaginación para concebir ideales que le propongan un futuro por el cual luchar. De ahí que se vuelva sumiso a toda rutina, a los prejuicios, a las domesticidades y así se vuelva parte de un rebaño o colectividad, cuyas acciones o motivos no cuestiona, sino que sigue ciegamente. El mediocre es dócil, maleable, ignorante, un ser vegetativo, carente de personalidad, contrario a la perfección, solidario y cómplice de los intereses creados que lo hacen borrego del rebaño social. Vive según las conveniencias y no logra aprender a amar. En su vida acomodaticia se vuelve vil y escéptico, cobarde.
Un hombre mediocre no acepta ideas distintas a las que ya ha recibido por tradición, sin darse cuenta de que justamente las creencias son relativas a quien las cree, pudiendo existir hombres con ideas totalmente contrarias al mismo tiempo. A su vez, el hombre mediocre entra en una lucha contra el idealismo por envidia, intenta opacar desesperadamente toda acción noble, porque sabe que su existencia depende de que el idealista nunca sea reconocido y de que no se ponga por encima de sí.
Si bien mediocre puede llegar a sonar ofensivo o fuerte, aquí es un sinónimo del NO-uso del potencial humano. Piénsenlo un momento… tratemos de extrapolarlo a un ejemplo simple y cotidiano: los feriados, los puentes y la cultura del laburo. Hoy en día, en nuestro país se agregan feriados cada dos por tres. Si cae el jueves, ¡entonces que el feriado sea jueves-viernes!, ¿total? ¿Qué importa? Es para “reactivar la economía y que el país progrese”, aunque sutilmente se fomenta el consumo, a salir de compras, a seguir en el ciclo que propone (impone) el sistema. Y las consecuencias son varias, a largo plazo. Por supuesto, el estancamiento cultural implica fomentar el consumo, pero también la degradación del ambiente. El hombre mediocre es una sombra proyectada por la sociedad, decía Ingenieros. Por ende, el ego vuelve a ser el motor que promueve tal proyección.
Mientras muchos en la gran ciudad planean una escapadita para el fin de semana largo, lo sutil empieza a manifestarse: Intereses corporativos amenazan los espacios verdes públicos en Buenos Aires, retrocede la Reserva Ecológica Costanera Sur. Planean construir más de 700.000 metros cuadrados de departamentos y locales. Más negocios caros para unos pocos, menos verde para el ciudadano común. En el artículo de ecoportal.net que trata este tema, se resalta el aspecto negativo de que se privilegie con urgencia la construcción de un barrio excluyente, y que el patrimonio público pase a segundo plano (…). La Reserva Ecológica Costanera Sur (RECS) sufre las consecuencias de una política que desatiende a los espacios públicos desfinanciándolos.
Por ende, siento que no podemos ser ajenos a estas cosas. Y creo que solo llamando a la atención de todos, solo concientizando y educando se puede efectuar un cambio. José Ingenieros habla también del hombre idealista. Que vendría a ser la clase de personas que tenemos que aspirar a ser. Volver a dejar entrar la utopía a nuestras vidas.
El idealista es un hombre capaz de usar su imaginación para concebir ideales legitimados sólo por la experiencia y se propone seguir quimeras, ideales de perfección muy altos, en los cuales pone su fe, para cambiar el pasado en favor del porvenir; por eso está en continuo proceso de transformación, que se ajusta a las variaciones de la realidad. El idealista contribuye con sus ideales a la evolución social, por ser original y único; se perfila como un ser individualista que no se somete a dogmas morales ni sociales; consiguientemente, los mediocres se le oponen. El idealista es soñador, entusiasta, culto, de personalidad diferente, generoso, indisciplinado contra los dogmáticos. Como un ser afín a lo cualitativo, puede distinguir entre lo mejor y lo peor; no entre el más y el menos, como lo haría el mediocre.
Un grosso este José Ingenieros… Honestamente no lo conocía, pero quise saber quién era porque vivo sobre una calle que lleva su nombre. Otros dos libros interesantes son: “Las Fuerzas Morales” y “Tratado del amor”
“Nuestra vida no es digna de ser vivida sino cuando la ennoblece algún ideal”
“En todos los tiempos y lugares el que expresa su verdad en voz alta, como la cree, lealmente, causa inquietud entre los que viven a la sombra de intereses creados”
“La rutina es el habito de renunciar a pensar”
– José Ingenieros.
Un saludo,
Brian Longstaff.-
Seba Roldán dic 12 , 2011 at 10:18 10Mon, 12 Dec 2011 10:18:23 +000023. /
Buenisimo Brian!!!!! me viene bien esta lectura para arrancar la mañana!!!!
Brian Longstaff dic 12 , 2011 at 12:23 12Mon, 12 Dec 2011 12:23:07 +000007. /
Gracias Seba, son los 5 minutos de lectura semanales!! – al apoyo es invaluable! Cheers!