Intento hacer de los boletines un escrito lo menos personalizado posible. Pero a veces no puedo más que compartir algo personal, que me hizo saltar a otro pensamiento que quiero compartir. La simpleza de ese pensamiento, se perdería fuera de contexto.
Resulta que estudio Ingeniería en Recursos Naturales y Medio Ambiente, una carrera que arranca desde el vamos tomando al planeta como un Todo. Una de las materias filtro, es Estadística y Diseño Experimental, que es una herramienta que te permite manejar grandes cantidades de datos, asignándoles un comportamiento determinado para luego sacar conclusiones acerca de la probabilidad de ocurrencia de algún suceso, y así intentar seguirle el rastro a la inteligencia natural. Cómo, cuándo, y porqué…
Así, ya sea con el clima, la pérdida de fertilidad del suelo, las emanaciones de gases de efecto invernadero, la desnutrición, el analfabetismo, los desastres ambientales, el desempleo, la especulación financiera, son todos procesos cuyo comportamiento determinado tiene una probabilidad de ser.
Cualquier proceso, suceso, medición, observación, tendrá una mayor probabilidad de ocurrir dentro de un determinado rango de valores promedio, usuales, comunes y habituales. Lo que caiga por fuera de ese rango tendrá una probabilidad menor de ocurrir. Ahora bien, por más pequeña que sea esa probabilidad, la posibilidad de que ocurra lo impensado siempre está.
La foto siguiente es una campana de Gauss que representa las probabilidades de que cierta medición o comparación de datos caiga cerca de un valor determinado (ese valor está centrado en la parte gorda del gráfico, que representa la existencia de una mayor probabilidad de que se dé tal o cual cosa. Hacia los costados, las dos «colas» angostas del grafico contienen todos los valores improbables de existir. El área bajo toda la curva es igual a 1, lo cual representa al 100%, donde existen todas las posibilidades, rumbos, universos, y realidades diferentes; toda la posibilidad de existencia, con mayor o menor grado de ocurrencia.
El eje central de la materia, era poder analizar los datos que uno toma de la vida real y decir esto va a ocurrir con una confianza del noventa y tanto por ciento, estar seguro de que va a pasar algo, pero hasta ahí. Siempre hay un 10, un 5, un 1% de probabilidad en el que se tiran todas las opciones impensadas, improbables e insospechadas, las cuales están contenidas en las «colas» del gráfico.
Entonces, ¿qué apertura mental gane al aprobar esta materia? Quizás suene a cliché, pero la enseñanza fundamental es que TODO ES POSIBLE amigos… TODO.
Por más improbable que parezca que podamos cambiar las cosas, revertir el sistema, lo impensado puede siempre ocurrir. Por más que nuestros hábitos de consumo estén implantados casi en nuestros genes, podemos cambiarlos. Por más que la sociedad se haya zambullido en un mar de competición y ego, podemos purificarnos. Ciertamente, estamos hechos para grandes cosas, y tener esta mirada esperanzadora no nos vendría mal.
Saludos!
Brian Longstaff.-
Nico Catalan mar 20 , 2013 at 22:37 10Wed, 20 Mar 2013 22:37:13 +000013. /
que grande hermanoo!!