Cómo cambiar el mundo, prácticamente hablando.
¡Llamado a la solidaridad personal! ¿Soy feliz con lo que hago…?
(Traducción: Ya no puedo soportar esta mierda!)
En el hipotético (y utópico) caso de que Uno pueda tener acceso a un pedacito de tierra con un lugarcito para habitar…
& en el científico y real caso de que estamos ante un escenario de inevitable colapso ecosistémico (y por ende económico, político y social) que se nos viene encima…
¿Cuáles serían los pasos a seguir para ir hacia la autosuficiencia, a la vez que hacia la potenciación de los servicios ecosistémicos de un lugar?
Varios… Varios son los pasos a seguir.
Cada uno tendrá su manera, su método, para procesar información, elaborar planes de acción, con sus respectivas tareas, y planificar qué ha de hacerse en cada momento y en cada lugar. Para mi todo se resume en un dibujo/cuadro/esquema, de doble entrada…
Arriba, y ocupando todo el ancho de la hoja (que pueden ser 2 o más hojas A3 pegadas con boligoma para mayor espacio de plasmación de las tormentas de ideas que le puedan a uno venir), una flecha de izquierda a derecha, grande: el Tiempo (implacable).
Y hacia abajo, todas las áreas en las que tengo que trabajar, o escalas de trabajo, o categorías de tareas, o actores sociales implicados (o todo junto, con ayuda de fibrones de colores y paciencia holística).
Y una vez terminado, ni me enrosco… (o intento no enroscarme) y aplico la noción de “texto mártir”: una idea, una propuesta, un plan de trabajo, una vez propuesto, es lanzado al grupo, a la realidad, y uno lo tiene que poder soltar sin desconfianza.
Por el contrario, tenés que poder soltar tu idea con absoluta entrega, a sabiendas de que se puede mejorar, ya sea por otros (increíble cómo esto podría llegar a cambiar los cimientos de lo que creemos como propiedad intelectual), o por el mismo acontecer de sucesos impredecibles u obstáculos a resolver sobre la marcha, eventos que te van tirando todo para atrás, siempre. Siempre están.
Y aprender a convivir con el fracaso, claro, porque nunca sale todo bien de-una. Hay que intentar, animarse, probar, equivocarse, e ir para adelante: avanzar.
En mi caso (habiéndose producido la utopía), tratando de conectar, habitar y meter mano en la proliferación de ciclos cerrados de energía dentro del pequeñísimo ecosistema definido por un casco rural de 1,56 ha. en pleno pastizal pampeano, terminé mapeando el área de trabajo a escala con ayuda de un odómetro, una cinta métrica, lápiz y papel.
Por el momento, acciono sobre la casa y los 25 metros a la redonda que la circundan para no abarcar mucho y apretar poco.
Luego, zonifiqué el casco entero en cinco zonas: casa, alrededores, cerca, medio y lejos. Al mismo tiempo pensé en categorías de trabajo: agua, energía, residuos, leña, compostaje, siembra, plantines, huerta, forestación, bioconstrucción, visitas, apicultura, galpón, herramientas, y alguna que siempre me olvido. Tratando siempre de dejar un resto para el ocio y la contemplación.
Asimismo, me establecí varios libros/cuadernos de trabajo… ¡de papel, que siempre serán mejores para ‘bajar’ ideas! Algunos formales, para no perderme con todo lo que pasa (agenda, libro de actas y de visitas). Y otros más informales, donde escribo/dibujo/alimento/sinergizo ideas, conceptos y diseños, y posibles líneas futuras de trabajo.
Estos últimos, son como un aleph… donde se entrecruzan todas las posibilidades de todas las cosas que se pueden hacer. Universos paralelos varios, en hojas de papel, que contienen el mismo objetivo, el mismo norte hacia donde direccionar la energía.
Todo es energía. Mi glándula pineal, aplaudida y atravesada por Flashes Solares, bombeando péptidos a lo loco. Neuronas, pasando data, iniciando acciones. Más células que estrellas en la Vía Láctea, manteniéndose aglomeradas y unidas cooperativamente en forma de Cuerpo, moviéndose al unísono, orquestadas.
Energía disponible para hacer todo esto gracias a que otro grupo de células digirió alimentos que a su vez son infinidades de otras células que saben hacer lo que tienen que ser, en tiempo & forma, momento a momento, infinitesimalmente, a lo largo del día.
Todo orquestado por la misma energía que golpea a la glándula pineal y reverbera por todos los pliegues de nuestra fantástica-mejor-herramienta que posee nuestro vehículo corporal: el cerebro…
La energía que orquesta… es la energía de la Consciencia.
Si nos dedicásemos a gestionar nuestra energía, en vez de buscar un cargo, un salario, una etiqueta, seríamos dignos representantes planetarios.
Todo es energía & lo que hace un representante planetario es una intervención activa en la gestión, el manejo, el direccionamiento, el encause, la transformación, multiplicación & transmutación de la energía.
Enseñar & Regar.
Comunicar & Compostar.
Parafrasear & Semillar.
Inspirar & Abonar.
Informar & Cosechar.
Todo va para un mismo lado.
Infinitas son las formas de hacer proliferar la energía.
& si bien somos seres termodinámicos, entrópicos, con la ineficiencia inherente a nuestro existir encarnados en materia, existe 1 regla única que el Ser Humano no necesariamente respetó en los últimos siglos y es que… toda forma de manejo energético, ya sea en un plano personal, artístico, laboral, comercial, espiritual, político, relacional… cualquiera sea la dimensión en la que nos posicionemos, la proliferación, almacenamiento o conducción de la energía que hagamos, debe ayudar, debe dar, sanar de alguna forma, beneficiar, al otro. Y no debe ser en detrimento del otro.
Y esta ‘otredad’ (aceptando, claro, la interconexión cuántica a nivel subatómico del Todo) no es meramente humana, sino absolutamente biosférica (aceptando, claro, la macro-conexión de esta última con la atmósfera, la litósfera y la hidrósfera, que juntas Todas conforman la ‘estructura’ planetaria que nos contiene y nos permite respirar, evacuar, alimentar y sentipensar).
Para direccionar la energía -la mía, la de los recursos disponibles y la de los demás- correcta y eficientemente, traté de tener un objetivo claro, un Propósito, una imagen clara de lo que estaba haciendo, de ‘porqué me levanto cada mañana’ y ‘a Hacer Qué’, y arribé a sentipensar que estamos impulsando una “Ja2m3p” =)
Un jardín aromático-agroecológico-medicinal-meditativo & museo permacultural…
Un proyecto más pedagógico que productivo, donde se combinan prácticas diversas del saber humano, con el objetivo primario de comunicar, contagiar, inspirar, informar, contar, a quienes estén de paso de la tranquera para acá, que existen formas alternativas para vivir y de hacer las cosas en los tiempos que corren, tiempos difíciles, donde se nos va perdiendo la cohesión social que tanto costó aglomerar, aquella interconectividad-gregaria-amorosa-relacional que tanto nos caracteriza como humanos.
Ante esta realidad palpable, actual, de que nos vamos desvinculando más los unos a los otros, recuerdo, que hay otro componente clave para llevar adelante todo esto, y es que no podría hacer esto sólo, aislado, en la mía, sin abrirme a compartir de esta experiencia con los demás.
Son muchas las personas que se arriman, y el concepto de MINGA vuelve al frente una y otra vez de formas renovadas. Desde las dos grandes que me convocaron a hacer esto (María Carla Gallini & María Eugenia Varela), a algún vecino que se arrima a ver qué estamos haciendo y que si necesitamos una mano, a un equipazo-ploffero de amigos que viene a dar su aporte, con sus diversos saberes y experiencias, cada vez que pueden.
Por último, lo que sé hacer, lo hago. Y lo que no sé hacer, lo averiguo, o busco al más capacitado para hacerlo, y si me puede explicar alguito a la pasada, mejor, por más que no entienda nada del vocabulario del rubro. Y en paralelo, siempre, seguir capacitándome, estudiando, y leyendo, para mantener a la mente afilada, atenta a su rol de representante planetario…
¡Tranquilo Planeta querido, querida Madre Tierra…!
¡Que ya el 2% está despierto y contagiando al 20% de la población mundial!
¡& el 20% no es minoría!
Traducción: (Planeta Tierra) ¿Alguna buena noticia, doc? (Dr. Saturno) Bueno… sus resultados llegaron… Pueda que quiera sentarse… Odio decirle esto pero… usted tiene HUMANOS!
¡Será hasta el otoño! ¡Saludos!
Ing. Brian Longstaff.
AGRADECIMIENTOS.
Gracias a mis patrocinadores… por confiar en mi arte de comunicar y permitirme seguir haciéndolo en este año tan convexo, obtuso y desafiante. Gracias a ellas y ellos, que desde sus lugares en Argentina (Capital Federal y aledaños, Chascomús y La Pampa), Australia, Nueva Zelanda, Inglaterra, Alemania, España y Estados Unidos, forman una red a la cual no le importan los nacionalismos, y hacen que todo esto pueda seguir siendo. ¡Gracias (por orden de incorporación) a Lucila Masera, María Carla Gallini, Leon Zaldivar Jarabo, Eduardo Wydler, Alexander Longstaff, Lihuel Peinetti, María Eugenia Varela, Pilar Pagés, María José Howard, Agustín Estala, Alison Longstaff, Sabrina Tellini, Gustavo Nervegna, Laura Pagani, John Kleuser y Matías Masera! También dar las gracias a ‘Bow & Tie Micro Roastery’, por su apoyo argento-neozelandés.
¡Vos también podes ayudar a respaldar a Ploff en Patreon! Ingresando a: https://www.patreon.com/ploffawareness
REFERENCIAS:
“Colapso: ¿el único escenario realista?” Por Arthur Keller: https://www.youtube.com/watch?v=kLzNPEjHHb8
La primera y última imagen, pertenece a Steve Cutts: www.stevecutts.com
Leave a Comment