El Océano está roto y una justificación más para activar.

Hoy les traigo una historia, una voz, les traigo la experiencia de un pescador inglés, Ivan Macfadyen, quien al volver de su viaje habitual de Melbourne a Osaka por diferentes océanos del mundo, desalmado, se sentó, suspiró, y dijo: el océano está roto…

Lo hablamos alguna vez en un boletín consciente de enero del 2012, el océano está para atrás. Es un caldo de cultivo de nada, no hay vida, hay basura, islotes gigantes de basura…

En un momento de su viaje, Ivan navegó un montón sin escuchar ABSOLUTAMENTE NADA, por falta de pájaros, por falta de peces… por falta de vida.

En otro viaje vio en el horizonte una fila de grandes barcos pesqueros… de uno de ellos salió una lancha hacia ellos con pescado de regalo. Se los estaban regalando porque tenían toneladas q iban a  tirar por la borda, millones de peces, de diferentes especies, tirados al fondo del océano, solo porque ellos buscaban únicamente atún… y tiraban todo lo demás como basura al mar.

En otro tramo del viaje, estuvieron 3000 millas náuticas navegando solos, donde lo único que vieron fue una ballena, con una especie de tumor totalmente anormal que le salía del cuerpo, una ballena rara, baqueteada por pasar de ser parte de un pueblo originario de cetáceos, a ser un inquilino alienado del océano…

Hasta se toparon con basura acarreada del tsunami de Japón; momento de miedo absoluto en el viaje, ya que un poco de plástico atascado en la hélice y listo… te quedas varado en la mitad del cementerio biosférico. Hasta la pintura del casco del barco empezó a corroerse… el agua, todo estaba muerto.

Este testimonio es solo una evidencia, una visión de la tristeza que tiene el océano hoy en día. Los daños ambientales que implican la perdida de la vida en el océano son tremendamente gigantes, tan grandes que todavía no han sido analizados como corresponde por nuestros tomadores de decisiones. Como impacta la NO vida oceánica en nuestras actividades productivas y nuestra salud mental (lo social sin naturaleza, ¿qué es?)

Recordaran que varias veces mencionamos temas sobre derecho ambiental, legislación, y ese mundo que pareciera ser solo de abogados y jueces pero ¡NO!, son herramientas fáciles y accesibles para hacernos escuchar y defender el planeta.

• BA N° 104: “Ojo con el derecho ambiental”.
• BA N° 112: “Publicidad nefasta, Una olvidada Constitución Nacional y un Recurso de Amparo para la Tierra”.
• BA N° 118: “Más soluciones, un debate sobre subsidios y una mirada sobre las energías renovables”.
• BA N° 127: “Principio precautorio para quien”.

Mi hermano me compartió un video que nos viene genial para justificar nuestro pronto accionar (lamentablemente no tiene subtítulos, pero lo pueden ver acá); unas palabras que sirven para darle una vuelta de tuerca al asunto, y sentir la defensa del planeta como algo obvio, esencial y propio, nuestro derecho más intrínseco.

El ser humano preocupado por la concientización planetaria que hizo este video, presento un cuadro de doble entrada, demostrando que el NO HACER NADA con respecto a nuestra gestión del medio ambiente puede ser la crónica de una muerte anunciada para nuestra especie.

Si invertimos dinero en tomar las medidas necesarias para transformar nuestro accionar sobre la Tierra, y las predicciones de algunos científicos en cuanto a las implicancias medioambientales de las actividades antrópicas sobre el planeta resultan NO ser ciertas… entonces tan solo entraremos en un ciclo de crisis económicas, producto de haber invertido dinero “innecesariamente” (según algunos piensan). Pero no dejan de ser problemas solucionables por el ser humano.

Si invertimos ese dinero y las predicciones resultan ser ciertas, y el planeta entra en una etapa de desequilibrios ambientales que resultan en un aumento en la frecuencia de eventos climáticos extremos… entonces habremos obrado bien, y las inversiones realizadas fueron positivas para la humanidad en el largo plazo.

Ahora bien, si NO hacemos nada, y seguimos como estamos, y no pasa nada con el medio ambiente, entonces “zafamos”… Pero, ¿qué ocurre si no hacemos nada y todo el bardo ambiental se nos viene encima? Ahí todos salimos perdiendo, por no haber accionado a tiempo, con precaución y respeto por nuestro planeta flotando solo en el espacio.

Como dice el expositor, “cuando nos enfrentamos ante la incerteza sobre el futuro, lo única elección  responsable es tomar acción, porque el riesgo de no tomar acción es mucho mayor a tomarla en vano.”

Será hasta la semana que viene,

Brian Longstaff.-

Bibliografía

Fotos extraídas de Google.

Esquema extraído de este video.

La historia de Ivan Macfadyen, la leí en el artículo “The Ocean is broken” del diario online “The Herald”. Fuente: http://www.theherald.com.au/story/1848433/the-ocean-is-broken/?cs=12&fb_source=message

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