Amigos y amigas,
Por estos pagos todavía sentimos cómo la primavera se mezcla con los últimos días fríos… La flora está trabajando a tiempo completo, incentivada por tormentas que imitan a las del verano que vendrá. El viento, omnipresente vibrando a través de todo…
Camino por la calle y veo dos mariposas serpenteando al aire en un cotejo sincero, insectos manchando sus antenas en las flores de varias plantas hermafroditas, activando su reproducción.
Imagino las raíces –ya sea del pasto, arbustos, hierbas, árboles– aprovechando todo su potencial de absorción cuando las lluvias se presentan. Algunas raíces son macanudas y se relacionan simbióticamente con hongos, dándoles energía a cambio de nutrientes específicos.
Grandes árboles sueltan sus semillas al aire, librándolas al azar… Uno de éstos árboles es el Ulmus minor, comúnmente conocido como Olmo. Sus frutos tienen forma de sámara, es decir, desarrollan un ala aplanada de tejido fibroso que rodea completamente la semilla. Una sámara es un fruto seco indehiscente (que no se abre por una valva).
Por ende, mi pregunta al caminar era: ¿Cómo se abre este fruto? ¿Cómo sale su semilla de ahí adentro? Agarré 2 de ellas (de una montaña de unas 3000 semillas que había amontonadito en un metro cuadrado de vereda)… trate de romper una, hice mucha fuerza y la destrocé… la otra la traté de abrir con cuidado para poder ver su semilla, y estuve un ratito haciendo cortesitos chicos a la fibra hasta poder sacar la semilla y verla con mis ojos.
Charles Darwin decía: la Naturaleza te contará una mentira, si puede… Y ciertamente lo que yo hice no tenía NADA que ver con el ingenio de la Naturaleza. Lo único que tuve que hacer fue observar, y la Naturaleza develó su misterio…
Tras las próximas lluvias salí a caminar otra vez, y para mi sorpresa, se veían las semillas a la vista, con toda la fibra descuajada, abierta, humedecida… Bastó un poco de lluvia para que el tejido fibroso absorba un poco de agua, debilitando su firmeza, y ante el menor roce, se abre con facilidad para que la semilla siga su juego de azar.
Una vez más, EL AGUA cumpliendo un rol CLAVE en la proliferación de la vida… y nosotros, según algunos estudios, comemos 3496 litros por día de agua; esto es, tomando en cuenta toda el agua implicada en los procesos productivos de nuestra comida, ya sea desde el agua que toma el chofer del camión que trae la comida congelada, al agua que toman las vacas, al agua que absorbieron las raíces de las plantas que se comen esas mismas vacas…
Acá tienen una excelentísima obra de arte en cuanto a difusión de información (lamentablemente solo en inglés, pero vale la pena espiarlo). La página muestra de forma explícita nuestro consumo de agua y el impacto del mismo. Y, como siempre, el cambio está en nosotros. O más bien en nuestras compras a la hora de comer.
Como dato aparte, les cuento que este viernes 12 de octubre –y todos los próximos viernes de 10 a 19 hrs.– se inaugura un nuevo mercado orgánico y natural en San Telmo, Capital Federal, sobre la calle Perú 677 entre Chile y México.
Esta propuesta surge de Eugenia y Guillermo de Arcadia, integrantes de Punto Verde, un sólido mercado orgánico ubicado en Dorrego 1429, los viernes y sábados de 10 a 19 hrs.
Saludos,
Brian Longstaff.-
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