Acuñando la Frugalidad (Posible Herramienta de Revolución)
La frugalidad es un concepto relativamente nuevo para mí; intenté describirla con la ayuda de alguna cita en la sección de conceptos, que pueden leer haciendo click acá. El ser frugal es una cualidad que forma parte de una persona que se maneja con serenidad por la vida, pero también es una cualidad disponible para cualquier ser humano del mundo, y creo que es la clave para facilitar un cambio de hábitos y posterior transición a una vida con mínima huella ecológica.
Es una mezcla de trabajar lo justo y necesario para mantenerse solo y andando, pero con el tiempo disponible para su proyecto personal, su momento de paz, de recreación, de conexión. Tocar un instrumento, bailar, pintar el mundo, escribir, actuar, correr, charlar, debatir, escuchar, sentir… o simplemente permitir que el silencio sea parte indispensable del día.
Permitir que la frugalidad permee quienes somos nos hace más receptivos a cualquier circunstancia; uno tiende a ver lo bueno y querer crecer con cada experiencia que se nos viene encima. Es una manera sencilla de percibir la realidad, que trata de ver la belleza en todo lo que ocurre, de ser feliz con poco y de sacarle un aprendizaje o un mensaje a toda situación que le toca vivenciar…
“(…) el extraño misterio de la condición humana consiste en que una situación tan negativa y de derrota como es haber cometido un error, se convierte mágicamente en una nueva victoria para el hombre, sin más que haberlo reconocido. El reconocimiento de un error es por sí mismo una nueva verdad y como una luz que dentro de éste se enciende. (…) todo error es una finca que crece que acrece nuestro haber. En vez de llorar sobre él conviene apresurarse a explotarlo. Para ello es preciso que nos resolvamos a estudiarlo a fondo, a descubrir sin piedad sus raíces y a construir enérgicamente la nueva concepción de las cosas que esto nos proporciona.” (Ortega y Gasset, 1938)
“Ése es el horrible conflicto de la humanidad: que lo que el ser humano cree ser, su ego y sus atributos, es perecedero, mientras que lo que apenas sospecha ser, consciencia y alma trascendentes, es perdurable. (…) Ni todos los amantes, servidores, riquezas, coches, casas o reconocimientos públicos pueden curar la herida de una relación disfuncional con nuestro origen.” (Iyengar, 2005)
Siendo frugales, aprendemos a valorar más el tiempo, y nos abocamos a intentar no medirlo y parametrizar nuestro día a día TAL CUAL uno lo anota en su agenda o listado de cosas para hacer. El manejo del tiempo… de esa cuarta dimensión que todo lo curvea… pero con el fin de serenarnos y equilibrarnos como especie: desde lo material (extracción y desechos) a lo espiritual (inspiración y posterior acción)… Saber perfectamente quien soy, porque sé de dónde vengo y hacia donde voy…
“¿Acaso olvidaste que nacemos libres, espontáneos, naturales e inocentes, que la ignorancia nutre los temores, que los temores alimentan la estupidez, que la estupidez se aprende y se contagia? ¿Qué tú no eres lo que crees que eres, que sólo te conoces cuando te conviertes en caminante, cuando eres capaz de conocer tu naturaleza verdadera y liberar todo tu potencial? (…) ¿Acaso olvidaste que el tiempo es un ser vivo, que el pasado es alguien que ya murió, el futuro es un ser que aún no nació, que sólo el presente está vivo? Quien vive solo el presente está purificado.” (Espinoza, 1991)
Por supuesto, poder disponer de nuestro tiempo sería genial, pero el mismo sistema hace que pienses en el tiempo, dentro de él, constantemente, hacia atrás y hacia adelante… ya sea pensando en deudas, “errores”, o la simple inseguridad de un “qué hubiera pasado si” (Pasado); o pensando en cosas que necesito comprarme por moda o por mera construcción de mi seguridad a través de lo material, vencimientos de facturas, la hipoteca de la casa, las cuotas de lo que compré con la tarjeta (Futuro). “El temor al futuro, la inseguridad acerca de si podrán colmarse las necesidades de vida, y el miedo a perder lo que uno tiene son las preocupaciones que infestan las vidas de la gente en todo el mundo. (…) Debemos evitar que la idea de progresar nos proyecte hacia un futuro que nunca llega.” (Iyengar, 2005)
El sistema nos parametriza el Tiempo… Sencillo; y más aún, no nos deja libertad para hacer las cosas que realmente nos gustan. En cambio, siendo frugales, podemos aspirar a pagar nuestros gastos fijos (siendo éstos lo más moralmente reducidos que podamos) e invertir en tiempo re-direccionándolo hacia nuestros placeres y gustos más personales, en desarrollar nuestras habilidades y concretar un sueño. “La fuerza de voluntad no es más que disposición a hacer. (…) La luz le llega a una persona que extiende su percepción consciente un poco más de lo que parece posible. Al conformarnos nos limitamos.” (Iyengar, 2005)
¿Y si no nos limitamos…? ¿Hasta dónde podemos llegar? “(…) si la guerra es una cosa que se hace, también la paz es una cosa que hay que hacer, que hay que fabricar, poniendo a la faena todas las potencias humanas. La paz no << está ahí >>, sencillamente, presta sin más para que el hombre la goce. La paz no es el fruto espontáneo de ningún árbol. Nada importante es regalado al hombre; antes bien, tiene él que hacérselo, que construirlo.” (Ortega y Gasset, 1938)
Entonces, ¿por qué es la Frugalidad una herramienta de Revolución? Porque si logramos bajar un poco las revoluciones, frenar nuestra entropía emocional, aminorar la carga de la mochila que elegimos acarrear, podemos llevar a cabo una revolución interna que realmente nos ayude a serenarnos. Y al serenarnos nosotros mismos (sin ayuda de nadie) podemos permitirnos soñar más alto y plantearnos una Revolución Global de la Conciencia, porque estaríamos en un estado mental que nos permitiría construir desde lo real…
Intento buscarle la vuelta… no deja de ser una simple opinión, pensar en voz alta y, por supuesto, quizás pueda también estar equivocado y la compra sistemática de boludeces sea el camino hacia la felicidad… Aún no lo comprendo… “Estás enojado”, me dijeron hace poco… “¿con quién estás enojado…?” – lo pensé, lo repito – Me enoja aquél que se disocia de sus propias cadenas de causa y efecto de todo lo que hacen… y que el mundo pareciera irse exponencialmente al cuerno por no haber podido conocernos a nosotros mismos, por no poder dominar la herramienta de la conciencia que la evolución biológica (y cósmica) nos dio, y vivir en equilibrio con nuestro planeta.
¿Después?, las buenas vibras, la esperanza, la fe ciega en los sucesos simultáneos independientes, la conciencia colectiva, la buena gente… el ser humano fue así desde siempre (él y sus pequeños desentendimientos con su ego), pero hace no más de 20 años que posee internet como herramienta de conexión global… que alguien me diga ¿cuándo una especie viva tuvo la posibilidad de comunicarse entre sí en todo el mundo?… NUNCA. Eso hace que piense y sienta que el mundo puede cambiar exponencialmente para bien…
Será hasta la semana que viene,
Brian Longstaff.-
Bibliografía:
B.K.S. Iyengar. 2005. “Luz sobre la vida. Viaje hacia la plenitud, la paz interior y la libertad”. Editorial Kairós S.A., Barcelona, España, 2007.
Jose Ortega y Gasset. 1938. “La Rebelión de las Masas”. Ediciones Orbis S.A., Argentina, 1983.
Luis Espinoza (Chamalu). “Ecología Chamánica”. Ediciones Obelisco. España, 1991.
Jon Krakauer. “Into The Wild”. First Anchor Books Edition, EE. UU., 1997.
Fotos sacadas de Pinterest.
Agradecimiento especial a Florentina Toral.
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