«Gran parte de las dificultades por las que atraviesa el mundo se deben a que los ignorantes están completamente seguros y los inteligentes llenos de dudas.» – Bertrand Arthur William Russell
Y es así… el ignorante sigue a raja tabla su rutina. Está seguro que la Realidad es lo que está dentro de su tapper. Su realidad no es nada más que la que le tocó. El destino dejó de ser su norte para transmutarse en dogma. Y se pierde otra conciencia, otro ser humano potencialmente capaz de cambiar el mundo… sus ideales y sistemas de valores se ven embriagados por satisfacciones a corto plazo, tentaciones del mercado.
Y esas tentaciones, esas mentiras sobre el valor de las cosas, el fetichismo del dinero –y tantos otros conceptos sobre cómo el ciudadano perdió su rumbo y su noción de ser un componente vital del organismo social que presentan las ideas de Marx, para quien lo lee entre líneas y sin prejuicios infundados– hacen que tengamos un concepto errado de los supuestos derechos que tiene una persona al PAGAR por algo.
Hace unos días, en la Masa Crítica de Buenos Aires, un taxista apresurado atropelló a un adolescente en bicicleta. Siguió acelerando con el chico trepado al capot del auto… Pienso; digo, intento entender: el señor pagó por su nafta, pagó su derecho de circular, pagó para ir rápido, pagó por llegar. Y como yo pagué, ¡¡¡yo tengo EL DERECHO a pasar YA!!!
Y pasó nomas…
Al conductor del auto, en ese momento, no le importó nada. No le importó el mensaje de sustentabilidad que impregna una multitud de espíritus vivos pedaleando por una mejor vida en sociedad. Y los medios masivos de comunicación tampoco ayudaron… «son anarquistas violentos» (¿…?) decía un papafrita con el discurso impreso hace minutos en una hoja A4 blanqueada mirando a la cámara intentando hacer controversia con los objetivos de la Masa Crítica… hasta comparó a los ciclistas con los barra bravas del futbol, y sugirió que la policía debiera seguir a esos ciclistas que puedan generar violencia………………
Primero me reí a carcajadas, porque sencillamente no puedo creer que una persona haya podido, realmente, hacer ESE análisis de lo que estaba sucediendo. Pero después me dio tristeza, al pensar en toda la gente que está acostumbrada a tomar lo que ve en la tele como dogma, en vez de salir a pedalearlo por su cuenta.
Y como decíamos la semana pasada, a veces las imágenes dicen más que las palabras, y me es imposible a veces entrar a discutir con aquellos que ven la realidad de una forma tan… aceptada, sin cuestionar.
Y la piel de gallina ciertamente es un llamado a la acción para que aquellos seres inteligentes, en lo emocional y en lo racional, que están inmersos en dudas. Ya no hay tiempo para la duda, sino para la acción. Seguir tu corazón, respetar tus códigos con la gente que realmente querés, hacer el bien de alguna forma, aprender y activar.
«Conscientes de que el lapso de la vida individual es apenas una efímera hendidura de luz en medio de las tinieblas infinitas que la rodean, insistimos en que la vida humana tiene algún propósito en el plan general de las cosas. Y en verdad lo tiene, siempre y cuando utilicemos nuestro limitado tiempo para concretarlo» – El camino del explorador. Edgar Mitchell (Apolo XIV). Longseller S.A. Buenos Aires. 2001. Pág. 407.
(y pensar que ese libro lo compré usado por $20)
Hasta la próxima semana!
Brian Longstaff.-
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