Leyes para artistas devaluados y planes de escape.
Este boletín es más abarcativo de lo que parece (y por ende, también, quizás, un poco largo, pero vale la pena)… La idea sería auto-invitarnos a repensarnos hace unos años atrás, pensar en los sueños que hemos tenido, o metas a cumplir, objetivos… pero poniendo especial atención a esos objetivos profundos que han quedado relegados por motivos no siempre Verdaderos.
Para ello, me valgo de usar varias citas entrelazadas de dos autores diferentes y de tiempos diferentes: Julien Offray de La Mettrie –médico-filósofo francés de hace un cuarto de milenio atrás– y Serge Kahili King –contemporáneo, chamán hawaiano-; ambos aportan pistas desde sus visiones para respondernos algunas preguntas: ¿Por qué dejamos de lado nuestros sueños de disfrute para con la vida – vivirla – de lado? ¿Cómo hago para recuperar esa frescura del buen vivir? ¿Y cómo llevo a cabo un accionar completo por parte de mi vida en su conjunto para materializar esos sueños en el mediano y largo plazo?
Existe un dicho popular que el padre de un amigo de descendencia italiana siempre decía: Aquella persona que utiliza sus manos, su mente Y su corazón, es un ARTISTA…
En este sentido, el término “artista” es mucho más abarcativo e inclusivo, que elitista y exclusivo. Si nos permitimos expandir un poco más esta pseudo-definición de “artista”, nos encontramos con que lo que siente su corazón, es direccionado por la mente hacia actos que realizan nuestras manos, las cuales a su vez no actúan solas, sino con la ayuda de cualquier tipo de herramientas o maquinarias construidas por otros artistas anteriores que soñaron en cumplimentar las funciones para las que se inventaron. Una idea práctica de mi amigo Mauricio Tolosa, multi-músico autodidacta, es que “el arte es el cómo, y no el qué, pues depende de la intención que vos le pongas, pues esta define la técnica o le permite crear la suya propia”
Yendo un poquito más profundo, el “Artista” es quien, actuando desde su esencia e instintos provenientes del corazón, termina representando un cachito de la pluralidad de la vida a través de su pensar y accionar (mente y manos). En el camino sinuoso de nuestras vidas nos cruzamos con varios de ellos que nos contagian de su energía emprendedora y desapegada de cualquier banalidad inherente a la rutina que nos embota y entumece al alma.
Nos cruzamos con bailarines, escritores, pintores (por supuesto esto va para ambos géneros), artesanos, ebanistas, orfebres, escultores, constructores, inventores, jardineros, diseñadores, cocineros, huerteros, panaderos, pasteleros, fotógrafos, actores, masajistas, maquilladoras, reikistas, yoguis, y un montón de etc., etc., etc…
Sin embargo, el concepto de artista esta hoy devaluado por una pantomima económica que ya colmó mi paciencia… Bajo ningún concepto una persona es MÁS que otra… y, casi nunca, un ejecutivo acaudalado de una empresa de publicidad es más virtuoso y noble que un muralista, graffitero o malabarista callejero, siendo estos últimos los que salen a vivir la experiencia de artear el mundo, en vez de intentar recluirlo en cuatro paredes de un box de oficina en pleno microcentro urbano. ¿Es realmente “estudiar, recibirte, y la-bu-rar” el fin último de nuestra existencia? ¿O es que hay más en la vida para ser vivida, escondido detrás de los aprendizajes que podamos hacer de todas nuestras vivencias cotidianas?
“Por qué, ¿de dónde nos vienen la habilidad, la conciencia, la virtud sino de una disposición que nos hace capaces de llegar a ser hábiles, sabios y virtuosos? Y aún, ¿de dónde nos viene esa disposición sino de la Naturaleza?
No tenemos cualidades digna de estima sino por ella. Le debemos todo lo que somos.
¿Porqué, pues, no he de estimar tanto a los que tienen cualidades naturales como los que brillan por virtudes adquiridas y, en cierto modo, prestadas?” (La Mettrie, 1748)
Esto nos hace ver el abanico de Haceres humanos de otra manera, para empezar a valorizar –o incluso volver a respetar- al artista en este mundo que se encargó de desvalorizarlo sin fundamento emocional… Ser un artista hoy, implica jugar con esa fina línea entre “me la juego” y “la quedo”, una línea coloreada por dos condicionantes externos que no debieran preocuparnos.
Por un lado, el “qué dirán”… porque aquellas personas más cómodas con su sistematización de pensares tienden a tildar al artista de vago, idealista, utópico, y hasta de “hippie”, un concepto generalmente mal utilizado porque “jugármela por lo que yo siento que soy bueno” (co-creando entre mi corazón y mi mente) no tiene nada que ver con el Hippismo. Y por otro lado, “el fantasma de la familia”, que desde tiempos placentarios nos demanda inconscientemente (y casi siempre por inercia) lo que debemos hacer de nuestras vidas.
Como dice nuestro hermigo cocinero, Pepo Astolfo, “tenemos que trascender ese arraigo familiar de desconfianza eterna”, esa infinidad de bloqueos que tenemos por no poder des-mimetizarnos de nuestros viejos y demás antepasados de largos bigotes y cara apatía con la vida. También podríamos agregar acá el concepto del karma, y nuestros propios procesos de sanación para esta vida que nos tocó, pero nos demandaría otro boletín entero.
Así que, para ser Artista, hay que primero animarnos a serlo. Hay que animarse a dar ese salto de fe hacia nosotros mismos para sacar lo mejor de nuestro potencial adormecido. Y ese “potencial adormecido” es algo que ciertamente nos viene desde adentro, es, en verdad, un fuego interno, un instinto creativo y, por consiguiente, creador, que está gritando por despertarse. Y ese fuego hay que cultivarlo, hay que darle un combustible que solo viene a través de la experiencia. Hay un momento en el que decidís realmente HACER, lo que hace unos días solo PENSABAS hacer.
“(…) si lo que piensa en mi cerebro no es una parte de esta víscera y, por consiguiente, de todo el cuerpo, ¿por qué cuando, tranquilo en mi cama, trazo el plan de una obra o sigo un razonamiento abstracto, mi sangre se calienta? ¿Por qué la fiebre de mi espíritu pasa por mis venas?
Preguntadlo a los hombres de imaginación, los grandes poetas, aquellos a quienes arrebata un sentimiento bien expresado, a quienes transportan un gusto exquisito y los encantos de la Naturaleza, de la Verdad o de la Virtud. Por su entusiasmo, por lo que os dirán haber experimentado, podréis comprender la causa a través de los efectos.” (La Mettrie, 1748)
Salir afuera, vivir la vida, y en base a eso, y a lo largo del camino, decidir qué hacer de nuestras vidas. Los artistas, en este sentido, son direccionados, ellos se animan a ir creando su vida. Por más que pasen 8 horas trabajando alienadamente para poder pagar el alquiler, no dejan de perseguir el sueño, pero en este sistema se está haciendo difícil pegar el salto para despegarse del sistema y llegar a vivir de lo que hago. Pero se empieza por confiar en uno mismo que puede hacerlo.
Buscando algún tipo de fundamento para creer en todo esto, me topé con los siete principios chamánicos hawaianos, explicados por Serge Kahili King. El primero de ellos dice que “el mundo es lo que creemos que es. (…) Los chamanes sostienen la idea excepcionalmente sutil de que la vida es un sueño; que, de hecho, nuestra vida se construye a partir de nuestros sueños. Esto no significa que la vida es una ilusión, sino que los sueños son reales y que la realidad es un sueño.”
Y cómo hacer para empezar a crear nuestra realidad. Cómo hacemos para materializar nuestros sueños. Tenemos que imaginarlos primero, para poder sentirlos, y luego llevarlos a cabo… Entonces la imaginación tiene un rol importante en todo esto, como herramienta para plasmar lo que sentimos y lo que queremos. Tenemos que aprender a usar la imaginación para materializar a través de la mente, a conciencia, nuestra realidad.
La Mettrie, da una hermosa definición poética de la imaginación: “Mirad ese pájaro en la rama. Parece siempre pronto a volar. Lo mismo sucede con la imaginación. Arrebatada siempre por el torbellino de la sangre y de los espíritus, cada onda deja un rastro que es borrado por la siguiente; el alma corre detrás, muchas veces en vano. Es preciso que se detenga a lamentar lo que no ha captado y fijado con suficiente rapidez, y si la imaginación, verdadera imagen del tiempo, se destruye y se renueva sin cesar.”
“Uso siempre la palabra “imaginar” porque creo que todo se imagina y que todas las partes del alma pueden ser reducidas con justicia a la sola imaginación, la cual las forma a todas, y que así el juicio, el razonamiento, la memoria no son, en modo alguno, partes absolutas del alma, sino verdaderas modificaciones de esa especie de “tela medular” sobre la cual los objetos pintados en el ojo se proyectan como por una linterna mágica.” (Esta última cita, es un verdadero palazo a la intelectualidad, la cual en realidad está algo así como por debajo de la conciencia y el amor. Pero sigue…)
“La curiosidad del hombre quisiera saber de qué modo un cuerpo, por el hecho mismo de estar originariamente dotado de un soplo de vida, se halla adornado, en consecuencia, de la facultad de sentir y, finalmente, a través de esta, del pensamiento. (…)
¡Cuántos ilustres filósofos han demostrado que el pensamiento no es más que una facultad de sentir y que el alma racional no es sino el alma sensitiva aplicada a contemplar las ideas y a razonar!”
Esto deja en claro lo que veníamos esbozando en los Mambos Existenciales. El hecho absoluto de que el amor está por encima de la conciencia, y ésta por encima del intelecto. (El corazón, por encima de la mente, por encima de las manos). Parecería que La Mettrie la tendría mucho más clara en el año 1748 que varios de nuestros contemporáneos, porque sigue yendo más hacia adentro:
“Pero siempre es verdad que la imaginación sola percibe que es ella la que representa a todos los objetos con palabras y las figuras características de aquellos, y que así es ella, una vez más, el alma puesto que desempeña todas sus funciones.
Por ella, por su pincel lisonjero, el frío esqueleto de la razón toma carnes vivas y coloradas; por ella las ciencias florecen, las artes embellecen, hablan los bosques, los ecos suspiran, las rocas lloran, respira el mármol, todo toma vida entre los cuerpos inanimados.”
Notemos que se incluye acá el concepto del alma… tenemos nuestro cuerpo material, físico. Tenemos nuestro corazón, lo que sentimos. Tenemos nuestra mente; y, tenemos nuestra alma superior. En el chamanismo hawaiano, los tres aspectos de la conciencia son el del corazón (Ku), el mental (Lono) y el espiritual (Kane). Serge Kahili King nos explica los tres interrelacionados:
“La función principal de kane (espiritu) es la creatividad, en la forma de una experiencia mental o física. En términos más sencillos, el lono (mente) crea un patrón a partir de la decisión de que algo es verdadero, el ku (corazón) la memoriza y el kane la utiliza para manifestar la experiencia. Al mismo tiempo, el kane da inspiración contantemente para perfeccionar el patrón, ya que su motivación central es la armonía.”
Comprender esta dinámica de los tres aspectos de la conciencia, nos permite ver todo de forma diferente, alineado o no con nuestro objetivo de vida. El artista, tiene esta dinámica adquirida por instinto, pero a veces no se da cuenta de ello, o mejor, a veces se olvida que tiene esa sabiduría innata corriendo por sus venas hasta su pincel, y ahí comienza el gran problema al que quería empezar a llegar con todo esto… Hoy en día, en el mundo en el que vivimos, que nos exige exprimirnos hasta el último gramo de vitalidad, es muy difícil animarse a ser artista… tememos tomar malas decisiones, o analizamos todo demasiado, o esperamos las circunstancias adecuadas, o nos basamos mucho en la opinión de otros, o simplemente no creemos estar listos para ello…
“(…) suelen aducir que temen que su elección sea equivocada y que las cosas salgan mal debido a ello. En realidad, temen desilusionarse o ser desaprobadas. En primer lugar, nadie puede tomar una decisión equivocada con respecto al futuro porque una decisión que se toma en el presenta no crea un suceso futuro. Las decisiones del presente sólo pueden crear sucesos en el presente. Los acontecimientos futuros se crean a partir de decisiones futuras o, mejor dicho, de decisiones tomadas cuando el futuro constituye una experiencia actual. (…)
Una decisión no hace que el futuro resulte de una manera determinada. El futuro se construye a partir de lo que continuamos pensando luego de tomar una decisión. En cuanto a la desilusión, esto no es más que la decisión de sentirse mal por un cierto resultado. (…)” (me viene aquí un hermoso eco de mi hermano Alexander diciéndome: “Hermano, SER FELIZ, ES UNA ELECCIÓN”)
“La decisión de ser infelices no tiene nada que ver con los sucesos y (casi aborrezco decirlo) estos raramente se desarrollan como lo planeamos. Si se piensa lo adecuado, generalmente se desenvuelven mejor. (…)
La interpretación es una decisión sobre el significado o la validez de la experiencia.
(…) la motivación consiste en ayudar a que todo el ser integre en forma más armoniosa sus patrones con los de las demás personas de su comunidad y su entorno. (…) a través de nuestro kane, decidimos, decidimos alcanzar determinados objetivos en esta vida y ciertamente los alcanzaremos; ya sea gritando y pataleando o riendo y danzando, cumpliremos nuestra misión.”
Entonces: confiar en uno mismo, imaginar la que queremos, motivarnos, y actuar. Sin embargo, a veces nos sigue faltando una guía… un eje director; seguimos queriendo “una ayudita” sobre cómo actuar… “(…) algunos individuos insisten en saber por qué las cosas son como son antes de permitirse un cambio. Para generar un cambio positivo no es preciso comprender, pero muchos se sienten mejor si primero tienen alguna explicación” (Kahili King, 2007)
Pensando en todo esto, escribí las LEYES PARA EL ARTISTA DEVALUADO que acá les comparto, deseando que a todo potencial artista lo ayuda a encontrar y transitar su camino más fácil:
1) CONFIÁ EN VOS MISMO – Sabes mucho más de lo que crees…
2) CREA UNA DISCIPLINA DE TRABAJO – Y comprométete a cumplirla.
3) EMPEZÁ PRIMERO CON OBJETIVOS PEQUEÑOS – Para sólo ganar confianza para lo que vendrá.
4) VALORIZÁ CORRECTAMENTE TU TRABAJO – Incluyendo costos materiales, horas de trabajo invertidas y el valor agregado, o plusvalía, por la utilidad que tendrá. Cabe aclarar que esta plusvalía no es del tipo “lagarto de $400 sobre chomba de $20”, sino una verdadera plusvalía de común acuerdo, basado en el respeto del trabajo del otro.
5) AHORRÁ Y REINVERTÍ EL 10% DE TU SALARIO ACTUAL – Y pensarlo cómo plata del capitalismo para impulsarte fuera del capitalismo.
6) CONFIÁ EN EL BUEN CONSEJO DE TUS SERES QUERID@S – Ya sea para poner precios, pensar estrategias de crecimiento o brindarte una buena opinión. Sabiendo siempre de quién viene el consejo, es decir, de alguien que realmente te quiera y te quiera ver feliz y auto-realizado.
Una vez que ponemos en práctica estas leyes, o recomendaciones o como quieran llamarlo, empezamos a creérnosla un poquito más… vemos que ya comenzamos a ir hacia donde queríamos. Es acá donde entra en juego el PLAN DE ESCAPE que debemos poder imaginar y plasmar en papel.
Elaborar un PLAN DE ESCAPE, implica sentarte a imaginar y diagramar tu vida en un simple papel garabateando con un lápiz, a sabiendas de que nunca saldrá como lo estas planeando en ese momento… pero el hecho de diagramar un plan de escape tiene muchísimo Poder, porque es una manifestación de que ya estás yendo en camino a cumplir tus sueños… te lo estas proponiendo in situ. Un plan de escape incluye presupuestos mínimos, una agenda, y una etapa de adaptación donde seguís instruyéndote. Es sencillo: Hoy tenes un laburo, pero te gusta hacer otra cosa. ¿Qué necesitas para hacer esa otra cosa e independizarte? ¿Qué cosas necesito aprender? ¿Cuánto dinero necesito para sostenerme sólo en algún lugar hasta que me empieza a salir esto que me propongo? ¿Cuántos meses me tomará?
Esto es mucho más fácil de lo que parece, pero no hay que temer imaginar… O recordar la aptitud de “aventurero” que posee un chamán ante la vida. En palabras de Serge Kahili King: “el chamán aprendía a ser flexible, a adaptarse al cambio y direccionarlo en forma positiva, a ser libre de explorar nuevas vías y medios para hacer las cosas, a actualizarse y a ampliar constantemente sus conocimientos viajando y estudiando con otros maestros”
Será, ahora sí, hasta la semana que viene… Artistas, ¡Despierten!
Brian Longstaff.
Bibliografía
Julien Offray de La Mettrie, “El Hombre Máquina”
Serge Kahili King, “El Chamán Urbano. Manual para la transformación personal y planetaria basado en el camino hawaiano del aventurero”
Fotos extraídas de Google.
Amorina Muñoz Cosmetología Mar 01 , 2015 at 11:57 PM /
te vuela la conciencia…