Relato Fantástico Distópico #3: “Código Postal PTSSVL.”
Domingo 8 de Agosto de 2031. Relmo, llanura pampeana.
Leo gira la llave, y el tractor deja de vibrar metálicamente con una última explosión de un ya escaceante-gasoil, haciendo un ruido que retumba por todo el techo de chapa del alero adyacente al galpón del casco. Brinca al suelo y se saca el polvo de su mameluco de gabardina verde oscuro con un par de golpecitos en las piernas y el torso. Tierra otrora-vez fértil, ahora hecha polvo… Polvo suspendido, o casi siempre volando por el aire, producto de las apocalípticas voladuras de suelo en forma de Dust-Bowl-Argentos que se produjeron entre el 2025 y 2029… Cinco años que parecieron un siglo, repletos de síntomas terráqueos de colapso-ecosistémico tan bien escondidos por los grandes medios de desinformación… Nadie hizo caso a las advertencias de los colapsistas…
Contempla unos segundos el pastizal seco y apagado, se arma su propio cigarrillo y lo enciende, contento de no haber fumado mientras trabajaba en constante movimiento. Recién termina de cosechar el maíz reseco que quedaba en la última parcela del establecimiento rural donde trabaja todos los años, siguiendo un recorrido estacional que lo va llevando por adelante o por detrás de una efímera línea de precipitaciones, surfeando esa ola hidrológica de posibilidades agrícola-ganaderas…
Se sube a ´la citraca´ (el Citroen 3CV que compró después de haber leído Mafalda hace relativamente poco) y conduce los 9 km que lo llevan al pueblo por el sendero vecinal. Tienen ´algo´ los caminos vecinales, un “no-se-qué” a TierraDeNadie… donde cualquiera puede venir y talar un caldén sin sentimiento alguno de pertenencia. Mientras va doblando por el acceso de la ruta provincial n°1 hacia el pueblito de Relmo, Leo Piensa: ¿Pertenencia a qué? Si hoy todo es sálvese quien pueda, y no hay donde sentirse aquerenciado ya… Las multinacionales, con absoluta complicidad de los gobiernos neoliberales de turno, arrasaron con todo…
Él no era cualquier trabajador rural. Por demás letrado, literato, un académico exiliado, un lobo estepario, pero de llanura. Nadie sabía nada de su infancia o de dónde había salido, pero se lo conocía por no joder a nadie y ser un excelente tractorista, y con eso bastaba.
Estaciona frente a la municipalidad, le da una última seca a su pucho, lo tira al pie de un algarrobo blanco de la plaza central del pueblo, entra a la Muni, paga sus impuestos, sale, camina a la despensa, se compra un chorizo seco, un queso pategras y un vino para acompañar y se sube a ´la citraca´ otra vez. Arranca, cruza las vías, y conduce hacia el este, hasta llegar a una humilde casita de adobe en un terreno a pocos metros del límite geográfico con Buenos Aires. Era redonda, dando la impresión de ser un solo espacio, sin habitaciones, con pequeñas ventanas tubulares dispuestas radialmente en toda la casa. Sobre su “techo vivo” (cubierto por un césped tan verde como cancha de golf) salía una pequeña, plateada y brillante antenita-parabólica, cuya base estaba repleta de cables de colores fluorescentes que desaparecían sobre su base, ingresando por el techo hacia su hogar. No pasaba tan inadvertida como cualquier otra antena de DirectTV, tal como Leo hubiese querido, pero nadie incursionaba tan lejos del pueblo como para cuestionarla.
Al entrar a su casa, empapelada hasta el último rincón con recortes de diarios con titulares de catástrofes climáticas mundiales, guarda el vino en la heladera, prende la pava, vacía la mitad de la yerba de la mañana en su ´potecito de orgánicos´ para compostar, ensilla su mate y –mientras espera que el agua ascienda a la temperatura deseada- retira los cinco gordos volúmenes de una vieja edición de la Enciclopedia Salvat del quinto estante de su biblioteca, ubicada a la altura del pecho. Los deja cuidadosamente en el piso, y luego mete el largo completo de su brazo por donde estaban los libros. Era como si la pared, del otro lado de la biblioteca, no tuviese fondo.
Cuando parecía haber alcanzado el fondo y apretar algo, se escucha un ruido mecánico breve, y la mesita petisa de madera que estaba adosada a la pared, frente a una manta en el piso con un par de almohadones, rebatible sobre la arista que daba a la pared, se repliega hacia abajo desapareciendo, al mismo tiempo que –desde arriba- un trozo rectangular de pared descendía como una laja que se desprendía. Esta laja de adobe era una superficie idéntica a la mesa, dispuesta a 90° con respecto a la mesa, unidas en una arista, con una bisagrita rara que le permitía girar esos 90° sobre su eje, haciendo que el espacio tenga una doble función: mesa living-comedor, a la vez que un locutorio intergaláctico. Los cables fluorescentes salían de la pared y se insertaban en un pequeño walkie-talkie de adobe que estaba enganchado sobre la superficie de la nueva mesa-laja-locutorio.
La pava seguía calentando el agua para el mate. Leo se acerca a ella con el termo en la mano. Lo apoya sobre la mesada. Sube su mano y atina a bajarse el cierre del mameluco, pero su mano sigue de largo surcando hacia arriba por su cara y luego hacia atrás, hasta hurgar por entre los pelos en su nuca, como intentando sacar algo de su glándula pineal. Lo encuentra, y era un cierre de un mameluco mucho más grande y elaborado, dentro del otro mameluco de ropa. Se abre el cierre desde su cabeza y hacia abajo, dejando hacia ambos lados, como tejido doblado, la totalidad de su cuerpo-disfraz. De adentro, salió una forma humanoide, de hecho, bastante igual a un humano, vestido de remera y pantalón de pana blancos, pero evidentemente alienígena -aunque a la vez familiar- por su cabeza de felino. Sus bigotes turgentes hacia ambos lados. Ojos verde-césped, y pelaje de varios colores terrosos…
Suspiró agotado… la pava comenzó a hacer su característico ruido a que “yastá”. Apagó el fuego, llenó el termo, agarró su tabaco, caminó hacia la manta y se sentó sobre uno de los almohadones. Se armó un pucho y extendió su mano hacia el walkie-talkie del locutorio intergaláctico y lo acercó hacia sí, los cables fluorescentes ahora estirados hasta la manta. Ceba y toma unos mates. Se prepara. Acerca el walkie-talkie a su hocico y comienza, con cara de abatimiento, consternación, desesperanza:
– ¡Mayday-Kebab-Faláfel! ¡Mayday-Kebab-Faláfel! ¡Aquí & Ahora ´Alo-Kin ALSet´ reportándose! ¡Solicito urgente entrada cóncava-convexa para el Ministerio Pangaláctico de Asuntos Interplanetarios e Intergalácticos del Cosmos Expandente, Universo Paralelo N°10.081.986-Beta! ¡Urgente! ¡Cambio! –se escuchó un ruido blanco seguido de aquel viejo ruido de internet por conexión telefónica, seguida de un ¡BIIIP! de sintetizador. Un silencio dejó la escena en suspensión… las motas de polvo en el aire quedaron quietas, al igual que la gota de agua que caía de la canilla a la bacha, el vapor de agua que salía del pico cebador del termo, quieto… Todo quieto. Por un microsegundo. Y luego todo siguió como si nada. De algún otro lado:
– Aquí & Ahora, Quantum Ministry, adelante Alo-Kin, lo estamos recibiendo, ¡cambio! –Alo-Kin ALSet, o Leo para los pampeanos, suspiró, tomó sus notas de papel de un cajoncito que salía al costado de la mesa, cebó un mate y continuó con su mensaje.
– Aquí & Ahora, Iniciando Emisión Cuántica N°9.457, Código Postal PTSSVL, cito Planeta Tierra, Sistema Solar, Vía Láctea, bioreceptores nulos, decimotercer intento de re-activación, Fallido… En referencia al “Experimento Social Gregario de Inteligencia Colaborativa sobre Seres de Luz en Ascensión a Civilazión-Kardashov Tipo 1”, mi determinación es, lamentablemente, Negativa… A continuación, leeré un sucinto resumen de las conclusiones del experimento. –Suspira nuevamente, se ceba otro mate y sigue.
– Para empezar, siguen llevando adelante una, mal llamada, “economía” basada en combustibles fósiles, con todos los dilemas éticos que ello implica… No tienen conciencia alguna sobre la energía toroidal… Tienen varias religiones, que se pelean entre ellas olvidando que todas hablan de lo mismo. Y, sin embargo la religión máxima es el dinero, en forma virtual o en papelitos de colores…
“Existen estados-naciones, donde los papelitos valen más en unos que en otros tan solo por el sostenimiento de una creencia colectiva innata en que existen opresores y oprimidos. El ego prevalece por sobre la mayoría de las relaciones interpersonales, y existe un inconsciente consenso negacionista en torno a las evidencias de colapso ecosistémico. Viven eventos climatológicos extremos cada vez más graves y más frecuentes, pero niegan el cambio climático antrópico y prefieren gastar billones de sus papelitos en conflictos militares que depredan sobre yacimientos petrolíferos.
“No aprendieron a compartir, y se matan entre ellos cuando hay para todos y todas. Se siguen creyendo superiores a la Naturaleza, cuando en su tiempo libre solo elijen entumecerse con la pornografía-emocional provista por sus televisores. Se toman las diferencias culturales como cuestiones de supremacía racial. Valoran ‘lo productivo´ por sobre el resto de los servicios ecosistémicos…
“Y por si todo esto fuera poco, ni con la Pandemia de dudosa auto-procedencia aprendieron lo esencial… Prefirieron quedarse en casa viendo películas de purga social y juegos del miedo, en vez de afrontar la realidad que es aún peor y de trama mucho más compleja…
“Por favor… -Alo-Kin suspira largamente…- Aguardo instrucciones para desmantelar planeta e iniciar “operativo salvataje”, extraer a los actores y actrices sociales clave, y retirarnos cuanto antes, dejando a la desmemoria y al olvido la autodestrucción que aquí se verá ocurrir… ¡Cerrado! ¡A elevación! ¡Cambio!
– Aquí & Ahora, Recibido: Emisión Cuántica N°9.457, Código Postal PTSSVL, Parallel-U N°10.081.986, Beta. Remitente: ´Alo-Kin ALSet´. Elevado a Comité Pertinente. Aguarde respuesta… ¡Cambio y Fuera!
Nuestro personaje aguardó la respuesta que él sabía que debía viajar a años luz de distancia… Tomó sus mates, fumó su cigarrillo, y cuando estaba apagándolo sobre su cenicero, la voz burocrática volvió a sonar.
– Aquí & Ahora, Alo-Kin ALSet, ¡atención! ¡Operativo salvataje denegado! El Comité Pertinente encuentra “sucesos simultáneos independientes” suficientes como para brindar unos años más de protección multidimensional. Existe una masa crítica suficiente de seres con vocación de servicio, seres humanos volcados a defender el medio ambiente, gente que va más allá del ego y procura reestablecer “lo social” por sobre “lo económico”, estando ambas dentro del medio ambiente. Existen docentes en el interior del país donde Usted vive, que “hacen dedo” en las rutas (una práctica de absoluta entrega y confianza entre seres vivos) para ir a enseñar a pequeñísimas escuelas rurales de la estepa patagónica, con pequeñas verdes huertas acobijadas del viento erosivo, donde un panel fotovoltaico mantiene andando la heladera que guarda la leche para el desayuno de un puñado de estudiantes, cuyos hermanos mayores dejaron la escuela para ponerse a trabajar para que ellos pudiesen seguir estudiando. Existen dueños de campos que se animan a ganar menos dinero y producir agroecológicamente sus alimentos. Existen formas de economía circular y solidaria, y pequeños nichos emergentes de terrenos que siguen un diseño permacultural. En fin… sobrados ejemplos.
“Sus instrucciones son, vincularse En Contacto con los siguientes humanos en los próximos quince días, previo estudio de sus obras completas: Fred Alan Wolf, Bruce Lipton, Drunvalo Melchizedeck, Gregg Braden y David Icke. Es imperioso que colaboren juntos y aún no lo saben. Esta será su última tarea asignada. Felicitaciones por la labor. ¡Cambio y fuera!
Una pequeña sonrisa se perfiló sobre la desesperanzada cara de Leo Alo-Kin ALSet… Esa noche descansó como nunca antes en 185 largos años. Al día siguiente, disfrutó doblemente de su trayecto hasta el tractor. Y no fumó un pucho en todo el día.
– – –
¡Hasta la próxima emisión radial cuántica universal!
Brian Longstaff Howard.-
Referencias:
— Mafalda, de QUINO.
— La “civilización-Kardaschov tipo 1” que se menciona, se refiere a la Escala de Kardashov: https://es.wikipedia.org/wiki/Escala_de_Kardashov
— Los contactos recomendados por el “Ministerio Pangaláctico” son:
Fred Alan Wolf https://en.wikipedia.org/wiki/Fred_Alan_Wolf
Bruce Lipton https://es.wikipedia.org/wiki/Bruce_Lipton
Drunvalo Melchizedeck https://en.wikipedia.org/wiki/Drunvalo_Melchizedek
Gregg Braden https://en.wikipedia.org/wiki/Gregg_Braden
David Icke https://es.wikipedia.org/wiki/David_Icke
— Los “Servicios Ecosistémicos” son todos los beneficios que percibimos de los ecosistemas. Al pensarlo holísticamente, estos beneficios van mucho más allá de los beneficios económicos que nosotros le encontramos. Para más info: https://es.wikipedia.org/wiki/Servicios_del_ecosistema
— Las “advertencias de los colapsistas” a las que me refiero en el primer párrafo, si bien no son vox populi, son verdades científicas basadas en datos neutros de público conocimiento, cuya interpretación nos lleva a la inexorable conclusión que vamos hacia el colapso sistémico, producto de una crisis funcional que atraviesan nuestros ecosistemas, que dejan de brindarnos el pleno abanico de servicios ecosistémicos por el uso, abuso y mal manejo de ellos por parte de los humanos que los habitan. Una paradoja, que dinamitemos nuestro propio hogar. Pero lo explica muchísimo mejor Arthur Keller, en su presentación: “Colapso: ¿el único escenario realista?”
En la descripción del video nos cuentan un poco sobre él: “Arthur Keller es un ingeniero aeroespacial de formación. Actualmente es consultor y conferencista en temas de energía, clima y transición ecológica. En particular, fue coordinador de la comisión de medio ambiente del partido Nouvelle Donne y referente del programa de Charlotte Marchandise, candidata ciudadana en las elecciones presidenciales. Es miembro de la junta directiva de la asociación Adrastia, que trabaja para anticiparse al declive de la civilización termo-industrial. Arthur Keller es también autor y guionista, y explora cómo la narración de historias puede ser una herramienta para la pedagogía y la movilización en torno al tema de la vulnerabilidad de nuestras sociedades, así como las estrategias para la resiliencia.”
Agradecimientos:
Agradecer a mis patrocinadores, que hace un año me permiten lograr que siga escribiendo hasta llegar a fin de mes. No es poco, poder vivir del arte en los tiempos que vivimos. Ellas y ellos son: Lucila Masera, María Carla Gallini, Leon Zaldivar Jarabo, Eduardo Wydler, Lihuel Peinetti, María Eugenia Varela, Pilar Pagés, María José Howard, Agustín Estala, Alison Longstaff, Sabrina Tellini, Gustavo Nervegna, Laura Pagani, John Kleuser, Mariana Pagella, Carlos Ezequiel Benvenuto Manarin & Santiago Eduardo Smith. También dar las gracias a ‘Bow & Tie Micro Roastery’ por su patrocinio.
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