Una respuesta Segura.
La semana pasada les conté los sentimientos intuitivos que tuve al presenciar una charla sobre “nuevos modelos económicos y cambio de paradigma”; sentimientos que procesé para transformarlos en pensamiento y después traducirlos en palabras que se funden en un boletín más de tantos… Sentimientos que surgieron a borbotones; una especie de efervescencia de adrenalina de concientización que emana de mí cuando escucho algo que no me cierra…
Afortunadamente, no soy el único al que no le cerraba la forma en la que se estaba abordando la economía latinoamericana en la charla. Celeste Segurado, una gran amiga mía, de fuertes convicciones, Licenciada en Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales en la UCALP y participante activa de la Asamblea por los Ríos Pampeanos de Santa Rosa, también estaba ahí, sentada al lado mío, mirándome con cara de “que garrón todo esto que está diciendo…” La Cele es una de esas personas con las que a uno le da orgullo pedalear en Masa, y se pone la camiseta planetaria cada vez que tiene la oportunidad de hacerlo.
Ella también pisa fuerte, y al término del boletín anterior, agregó:
“Y al final de la charla, el disertante dijo: “…el litio (componente de las baterías) es el futuro. América Latina tiene un gran reservorio de litio, de hecho, los árabes (!!!) han estado estudiando las posibilidades…” Mi respuesta fue: “Genial, reemplazamos el petróleo por el litio y seguimos haciendo lo mismo que siempre, encontrar una brecha, poner un remache y seguir adelante”.
Y es que, en poco tiempo el 1% de la población mundial manejará el 51% del PBI mundial mientras que el 49% del PBI mundial tendrá que repartirse en el 99% de la población restante (en porcentajes no dice mucho pero si lo pasamos a número es alarmante). Y digo alarmante no sólo por lo que a desigualdad social y política distributiva hace, sino porque eso significa que el 1% de la población tendrá el poder de manejar la economía globalizada en la que vivimos.
El economista decía “un nuevo paradigma económico” cuando, en realidad, se trata de un nuevo “modelo” que, como bien dijo Brian Longstaff, no rompe las reglas…
El modelo de Bolivia es el que viene desarrollando la región basado en 3 pilares:
- soberanía político económica (independencia financiera de organismos internacionales de crédito);
- justicia social (redistribución del ingreso, lo cual significa una economía regulada por el Estado);
- cambio estructural (producción basada en tecnología e innovación).
Me voy a detener en el segundo punto por un rato: La justicia social… Ojo, YO ESTOY A FAVOR DE LA REDISTRIBUCIÓN DEL INGRESO, pero creo que se ha orientado a conveniencia del sistema. El sistema no quiere, solamente, que se genere un mejor vivir y calidad de vida a los sectores más desfavorecidos, sino que también se amplíe el nivel de consumo. En otras palabras, mientras más gente tenga mejor poder adquisitivo, más consumo habrá, por lo que el modelo de consumo masivo sigue en pie (y la base del sistema capitalista se perpetua en el tiempo). Si a esto lo relacionamos con que el 1% de la población global maneja la economía mundial, me animo a decir que la justicia social (aplicada hoy en día) no es más que una ilusión.
La desigualdad social crece y los ricos siguen decidiendo dónde inyectar dinero (invertir) a su conveniencia. Algunos me dirán que hay países que han podido hacer frente a esto pero la realidad es que se trata de un problema global. Por esto, se necesita de una solución global porque, además, a mayor consumo mayor demanda que requiere de mayor producción y mayor explotación de los recursos naturales. ¿¿¿Y la ecología??? Otro problema global que no se soluciona con estrategias locales aisladas. Ayudan… pero no son suficientes.
El tercer punto, el cambio estructural, no altera en nada las reglas de juego sino que va acompañado de políticas medioambientales y de protección a los ecosistemas (cosa que no es la regla general).
Por último, el primer punto, la soberanía económica, fue la concesión que tuvo que hacer el sistema (lease, los grandes grupos capital-financieros) para salir de la última crisis que sufrió el mundo (quién no recuerda la imagen de los bancos cerrando, la gente en la puertas de los bancos pidiendo por sus ahorros y otros saliendo con las pertenencias de sus oficinas porque se habían quedado sin trabajo… y sin ahorros). Sin embargo, la soberanía económica es el arma más fuerte que hoy se tiene para cambiar el juego…
Sin países que se financien con organismos internacionales de créditos y/o grupos financieros privados, el sistema financiero (a mi entender, la base más sólida del capitalismo) se vería afectado. No es suficiente aún, faltan otras políticas y decisiones, porque muchos países en el mundo aún están atados a estas entidades de crédito, porque estos grupos no van a permitir que esta política se generalice y porque como manejan o manejarán en poco tiempo más de la mitad del PBI mundial son los que tienen el poder aún. Se podría decir que esta medida, es la única hasta ahora que logrará patear el tablero y repartir las fichas de nuevo pero que por sí sola no alcanza.
No tengo la solución a esto, apenas puedo llegar a comprender una parte, pero considero que en la medida en que no cambiemos nuestra forma de pensar al mundo, las reglas jamás serán cambiadas y creo que las políticas de protección medioambientales son las que nos obligarán a pensar de otra forma. Ese indicador de medición que es el PBI, será reemplazado por otro/s (ya hay estudios que miden el desarrollo de un país por medio de indicadores de desarrollo humano o por el índice del planeta feliz). Quiero creer que estamos en camino…”
Lic. Celeste Segurado
Eternamente agradecido con la Cele por su respuesta segura.
Será hasta la semana que viene,
Brian Longstaff.-
Miguel Angel Vincet Ruiz Mar 26 , 2015 at 04:11 AM /
Excelente chicos !!
Miguel Angel Vincet Ruiz Mar 26 , 2015 at 04:11 AM /
Excelente chicos !!
Inés Parodi Mar 26 , 2015 at 08:30 PM /
Muy bueno!!
Pepo Astolfo Apr 01 , 2015 at 08:51 PM /
very very good my dear friendd