Sociocracia, Consenso, Soñar y Celebrar.
Imagino un grupo de locos… un grupo de personas que se juntan a hacer algo. No precisamente un simple asado contando y comparando anécdotas, o una salida de boliche comparando modas y formas de expropiación del sentipensar del otro… sino gente despierta que se junta a hacer “algo”… Algo Grande… Una idea, un propósito, un destino de la energía creadora del grupo, a sabiendas de que lo que pueda lograr sólo, será un cachitito nomás de mi potencial activa, en comparación con activar ese potencial, ese poder personal, con el potencial creador de otros que me acompañen. El Todo, NUNCA es la suma de las partes… existe una magia que los une y los potencia. Esa magia une y activa a gente que busca gente de su estilo, para juntarse y estallar juntos hacia un fin determinado, y hacer algo grande, trascendental, altruista, que sirva para ayudar a transformar el tejido que mantiene unido a todos los seres humanos en el mundo.
Podemos hablar de organizaciones sin fines de lucro, organizaciones comunitarias, grupos cooperativos de personas, donde prevalece el consenso, el diálogo, y no la imposición de tareas o habilidades por sobre los otros. Organizaciones comunitarias de este tipo vienen levando hace años, hinchándose, reclutando más y más personas dispuestas a dar antes que recibir.
Resulta curioso pensar, imaginar, qué va a pasar cuando la población en su conjunto, encuentre sus necesidades satisfechas de manera efectiva por una miríada de estas organizaciones y no por un aparato burocrático que promete resolver todo en uno, siempre y cuando la población elija correctamente a su representante. Votar, no es otra cosa que depositar nuestra confianza en que otro haga lo que debemos estar haciendo entre todos. El mejor gobierno es aquel que no debe gobernar en absoluto, pues su población se las arregla literalmente sola. ¿Utópico? Quizás un poco. Pero lo cierto es que son cada vez más los individuos que se cansan de esperar la solución “desde arriba” y se lanzan a vivir sin esperar, esperar y esperar…
Grupos así, forman cocinas de bicicletas, huertas orgánicas comunitarias, ciclos de cine abiertos, funciones de teatro independiente, venta de alimentos locales y orgánicos en ferias auto-gestionadas, brindan talleres y charlas de todo tipo que abren la cajita pre-seteada que llevamos dentro nuestro para hacernos recordar lo que es pensar por cuenta propia, y permitir sentir qué es correcto hacer y qué quiero de mi vida. En grupos así, prevalece la horizontalidad a costas de dejar atrás la constante jerarquización de poder entre individuos, la imposición del ego sin domar de uno, por sobre el ego domado y sereno de otro.
Pero, ¿cómo hacer real el concepto de “horizontalidad”? ¿Cómo hacemos para llevar este gran ideal a la práctica? Tenemos que lograr un Consenso entre todos… Mirarnos, reconocernos, aceptarnos, respetarnos, confiar y decidir. Beatrice Briggs define al proceso de consenso como un “proceso formal y ordenado para la toma de decisiones que intenta lograr la resolución No-Violenta de conflictos y el desarrollo cooperativo de decisiones que todos los involucrados puedan apoyar”.
En su Guía al Proceso de Consenso, ella nos explica que el consenso busca la solidaridad y no la unanimidad, y sostiene que los “conflictos” son inherentes al proceso de consenso debido a la pluralidad y diversidad de opiniones (el mito que hay que romper es que no existe competición entre nosotros… lo único que existe, es un aprendizaje mutuo) ¡Apa…! ¿Y ahora?
Si un grupo de gente se junta a hacer algo grande… (mediano, o chico… en realidad no importa el tamaño de lo que se proponen hacer; lo que importa es la sinergia que se forma al combinar el objetivo personal de uno con el objetivo grupal de otros que piensan bastante parecido a vos) … si un grupo de individuos se junta, debe haber Consenso… Y para que el consenso sea efectivo, se deben tener en cuenta los factores del éxito. Siendo estos:
- Compromiso – A seguir un método que facilite el cooperativismo
- Capacitación – Existe alguien con conocimiento sobre el proceso de consenso que capacita al resto
- Visión Compartida – un “hacia dónde vamos” definido
- Membrecía definida y estable pero no cerrada – los nuevos miembros reciben una capacitación sobre el proceso de consenso que exista en el grupo. Llevar a cabo tu proyecto personal es mejor si es compartido con otros que también poseen una visión parecida a la tuya.
- Buena Facilitación – alguien debe existir con conocimiento sobre consenso y dinámica de grupo, un “facilitador” que aclara la agenda, promueve y equilibra la participación, ayuda a identificar puntos en común y también aquellas diferencias que hacen a la diversidad del grupo.
Si nos unimos por algún motivo, y para hacer algo, y queremos organizarnos para poder materializar nuestra inteligencia colectiva en algo grande, entonces tenemos que aprender de la experiencia de otros. Ya han habido personas que lograron llevar a cabo acciones de verdadera transformación social. Ellos nos dirían que tengamos cuidado con los 4 errores comunes que ellos mismos tuvieron que afrontar.
Error Común N°1) Pensar que el consenso es una Votación por mayoría. – Esto no es así, porque se busca arribar a una propuesta a desarrollar que contenga las misiones de vidas de todos los integrantes. Nuevamente, sí… suena utópico… PERO, pensemos que estos grupos de personas autogestivas son de 15, 20 personas y quizás unas cuantas más… pero no estamos hablando ((( t o d a v í a ))) de grupos de personas de 150.000 individuos. Ciudades Intermedias enteras… No, aún no… Y por ende, no es TAN utópico pensar que 15, 20 personas no se puedan poner de acuerdo en cómo y cuándo hacer Algo. Y por supuesto que tampoco es utópico pensar en un pequeño pueblo encontrando la soberanía alimentaria e independencia energética en el mediano plazo si sólo así la conciencia colectiva de sus habitantes lo soñara e hiciera.
Error Común N°2) Pensar que el proceso de consenso requiere que todos decidan algo. – Este es otro mito, porque la frase “TODOS NOSOSTROS DECIDIMOS TODO JUNTOS” es algo totalmente hipócrita… porque si realmente debiésemos “decidir Todo juntos” es porque no estaríamos confiando del todo el uno al otro, no tendríamos pues la capacidad de delegar una actividad a alguien que sepa más sobre eso o que tan sólo esté mejor predispuesto a hacerlo. Lo que sí se hace en conjunto, es ponerse de acuerdo con la visión, los valores, y las prioridades estratégicas del grupo, las cuales se deberán dividir en temas. Se deberá establecer para cada tema qué se deberá consultar con todo el grupo y establecer qué decisiones son las que tienen libertad los subgrupos para operar luego desde su ámbito de aplicación.
Error Común N°3) Pensar que tomar decisiones por consenso significa reuniones sin fin y sin resultado. – Las reuniones deben ser, en lo posible, breves y efectivas. En cambio, si se tornan lentas e improductivas, puede ser porque los objetivos no estén bien definidos, o que la agenda de trabajo no esté bien estructurada, o que justo haya estado ausente una persona clave para la discusión que se está teniendo en cuenta, o quizás no exista una información completa y bien presentada, ni control de tiempos en los que una persona habla, ni anotación de decisiones tomadas, ni compromisos asumidos para la próxima reunión…
Error Común N°4) Pensar que los grupos que toman decisiones por consenso no tienen líderes. – Por supuesto que existen líderes, pero en un sentido totalmente nuevo del concepto de liderazgo. No existen líderes tradicionales con “Poder” sobre los demás. Como sugiere Russell Brand, debemos reemplazar Poder, por Servicio. Debemos pues despertar la sabiduría colectiva, y esto se logra dejando ir, escuchando, y aprendiendo de otros. Y es que Ninguno de Nosotros, es tan inteligente como Todos Nosotros.
Esto es muy parecido a lo que propone John Croft, co-fundador de la Fundación Gaia de Australia, en su taller de “Dragon Dreaming”, al sugerir que la sumatoria de todas las experiencias de vida es mucho mayor a mí experiencia de vida y que por ende sería genial si pudiéramos empezar a preguntarnos cómo hacemos para agarrarnos de esa sabiduría colectiva, y cómo hacemos también para poder resistir los cambios que se vienen… Tal parece que podremos soportar los cambios si logramos CREAR EL CAMBIO nosotros mismos. Algo así como ganarle de mano a los cambios, y de paso hacerlo proactivamente… Pero, ¿cómo hacemos para Crear Cambio?
En este punto, Croft explica que el recurso más abundante somos nosotros mismos. Pero que a su vez, el mayor prejuicio es el que nos tenemos a nosotros mismos. La imagen de mí mismo que acarreo a todos lados en mi cabeza. Y es una absoluta fabricación… no somos la imagen, pero la persona que creo esa imagen. Lo cual significa que podemos re-crearnos a nosotros mismos. Pero debemos vencer nuestro prejuicio… Ahora bien, ¿qué le permitió a las culturas aborígenes australianas ser tan sustentables en el tiempo? Posiblemente, haya sido una forma diferente de escuchar, un concepto que llamaban << PINAKARRI >>, que quiere decir “escuchar profundo”, donde debemos acallar a la pequeña voz que está dentro nuestro que no está de acuerdo con lo que se está diciendo. Debemos aprender a escuchar al 100% a la otra persona. Una forma práctica de hacer esto es brindándole a un objeto el “poder de la palabra”, cualquier cosa, un cristal, una piedra, un bastón… algo, que nos da el pie a quedarnos callados y darle gran valor a quien tiene la palabra porque esa persona es única, y su opinión también es única en el mundo.
Otro concepto aborigen es el de << KARLAUPGUR >>, donde “Karl” quiere decir “Fuego”, “up” quiere decir “sitio”… Entonces, “Karlup” quiere decir lugar donde se comparte el fuego… pero “karlaupgur” quiere decir Personas en un círculo alrededor del fuego… y esas personas, comparten una noche de charla bajo las estrellas, donde conversan y cuentan sus historias de vida. Para que cada uno se reconozca a sí mismo y su lugar en la nueva historia que se teje… De alguna manera, esto ocurre cada vez que un grupo de personas se va conociendo y solidificando como Uno.
Entonces, si grupos de personas se juntan y se organizan para hacer cosas para crear el Cambio de paradigma que sacará al mundo de las realidades surreales que nos indignan día a día, ese grupo comenzará con un sueño, que irá conjugando los sueños de todos, primero desde la teoría y luego llevándolo a la práctica, planificando y luego haciendo el proyecto. Es importante comprender que cuando comenzamos un proyecto, debemos comenzar a compartirlo… Tú proyecto debe morir para que el Proyecto pueda resurgir No como un proyecto tuyo sino como un proyecto de un grupo de personas que se han juntado como equipo para hacer tu sueño realidad (y el de ellos también)
¿Y cómo hacemos para transformar nuestro sueño individual en uno colectivo? Una forma de hacerlo es practicar << PINAKARRI >> en un << KARLAUPGUR >> y logrando que la gente se vaya juntando. E ir formando así, un proyecto común, que tenga siempre 3 objetivos presentes:
- debe incluir el crecimiento espiritual tuyo,
- debe ayudar a fortalecer los lazos de la comunidad, y
- debe trabajar al servicio de la Tierra (es decir, dar más de lo que saca)
Pero no todos los proyectos llegan a realizarse. De los sueños de vida de las personas, tan sólo algunos llegan a planificarse, y muchos menos a realizarse… y aún menos llegan a perdurar en el tiempo… Pero ¿qué pasa entonces? ¿Qué nos falta? Croft propone un cuarto eslabón a la secuencia Soñar-Planificar-Hacer… dice que debemos soñar-planificar-hacer-y-CELEBRAR. Siendo esta celebración un símbolo de aceptación de uno mismo, un abrazo, una reunión, una fiesta, una ronda de amigos, celebrar el hecho de que las cosas van saliendo de manera fluida hacia el mayor bien de todos. Pensémoslo: Soñar, planificar y hacer… ¡Bárbaro!, ¿pero nunca una celebración? Entregar un 25% de nuestra energía en celebrar nos permite algo importantísimo: celebrar nos permite seguir creyendo en lo que estamos haciendo.
Entonces, se deben incluir pasos dentro del proceso efectivo de consenso, pasos que permiten analizar las propuestas presentadas, sin debates interminables ni resultados vagos… Estos pasos permiten que se llegue a un acuerdo a través presentar una idea, una propuesta a través de una Introducción, luego se lleva a cabo la discusión, y por último se decide. Pero la etapa de discusión y decisión deben seguir algunos criterios mínimos como los que propone el concepto de “Sociocracia”, acuñado en los años 70´s en los Países Bajos, por Gerard Endenburg.
Las decisiones que se toman en sociocracia son siempre sujetas a revisión y posibles modificaciones, y tienen que ver con propuestas que se realizan al grupo. Para ellos se habla en rondas, donde cada uno puede pedir aclarar alguna duda sobre la propuesta, o decir simplemente que no tiene ninguna objeción, pero en caso de sí tenerla, debe ser una “objeción primordial racional”, es decir, una objeción que termina mejorando la propuesta. Así, se va modificando la propuesta hasta que no existan objeciones y se aprueba, siempre y cuando sea “lo suficientemente buena por ahora”. Pero para lograr esto, se pone hincapié en que exista alguien capacitado en dinámica de grupo, un “facilitador” que cumpla la función de mantener los egos de las personas de lado, y que la Verdad de cada uno sea lo que esté conversando en el círculo.
No quiero imaginar lo que ocurrirá cuando este universo de organizaciones comunitarias entre en conciencia de sí mismas y noten la red existente a nivel mundial de personas que prefieren la Luz a la Oscuridad, la Verdad a la Mentira. Falta mucho, pero va queriendo…
Será hasta dentro de dos semanas,
Brian Longstaff.
Para pensarlo…
Bibliografía:
Este boletín está basado en los contenidos encontrados en el documento “SOCIOCRACIA” de Diana Leafe Christian, traducido y compartido por KanAwen, Ecoaldea en el Valle de Biert-Girona; en otro documento titulado “GUÍA AL PROCESO DE CONSENSO” de Beatrice Briggs; y en un taller brindado por John Croft en Australia, llamado “DRAGON DREAMING”
Para mayor conocimiento sobre una Buena Facilitación, se pueden bajar “Convivir y Construir a través del Consenso. Introducción al Proceso de Consenso” de Beatrice Briggs haciendo click aquí.
Leave a Comment